Hoy os dejo una salsa super sencilla, con pocos ingredientes y muy resultona . Yo la uso con mucha frecuencia.
Salsa de tomate, pimiento y cebolla
Ingredientes:
2 Cebollas grandes
4 pimientos verdes italianos
2-3 dientes de ajo
Tomate frito casero marca Hida
aceite de oliva virgen extra
sal
una pizca de azúcar , si es moreno mejor(opcional)
Preparación:
Cortar las cebollas en tiras (gajos finos). Cortar el pimiento en cuadrados o trozos. Picar el ajo bien fino.
En una sartén o cazuela antiadherente poner a calentar el aceite de oliva. Echar la cebolla y el pimiento y pochar o saltear a fuego medio. Sazonar con un poco de sal y cocinar hasta que la cebolla esté transparente y el pimiento tierno. Añadir el ajo y remover bien el conjunto durante 1 o 2 minutos .
Añadir el tomate, un ligero toque de sal y seguir cocinando a fuego medio-bajo removiendo de vez en cuando y cuando haya cocinado unos 5 minutos , probar la salsa y si le notáis un cierto toque ácido añadirle un pequeño toque de azúcar para corregir la acidez, si por el contrario no tiene ese toque ácido no es necesario que le incorpores el azúcar ( eso dependerá ya que a veces a pesar de que es la misma marca de salsa hay lotes que suelen estar un poco ácidos y otros un poco dulces ).
Y ya tienes una estupenda salsa de la que disfrutar.
Nota: El hecho de utilizar un tomate frito casero comercial es por la comodidad de acortar tiempos de cocinado y también evitar esas molestas salpicaduras de tomate que lo ensucian todo a pesar de usar una tapa para evitarlo . Además sinceramente si tenemos en el mercado una salsa de tomate tan rica como ésta es tonto no aprovecharse de ello y seguro que encima ahorráis dinero : el bote de salsa ronda el 1,13 €, si compramos un bote grande de tomate triturado para hacerlo gastaremos una media de 0,70 céntimos + el coste de gas o energía para cocinarlo , por lo que más o menos andará a la par en cuanto a coste ya que necesita más tiempo para que la salsa reduzca y consiga ese punto de confitado que necesitamos... así que porque no optar por la opción más cómoda?
Fuente: este post proviene de La cocina de maetiare, donde puedes consultar el contenido original.
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