Hoy toca otra receta viajera: la salsa guacamole... ese gran descubrimiento, ese gran vicio picante... Si coges unos nachos y empiezas a dipear ya no podrás parar! Esto llega a ser un grave problema para mí y seguro que para ti cuando lo pruebes. Yo ya me he declarado guacamolista en potencia y la responsable de mi adicción es Laura junto con su receta, que cada cena que hacíamos, ella se traía un táper hasta arriba y siempre se acaba. Ya veréis ¡Os va a encantar!
Es una salsa de contenido áltamente mejicano: aguacates wei!! estos frutos ya eran consumidos por las culturas precolombinas y se consideraba extremadamente afrodisíaco por lo que las mujeres no podían recolectarlos (Joé por qué??). Esta receta se ha expandido tanto que es muy usual verla en toda América. La base principal y original es el aguacate con limón, sal y chilis o tabasco para darle sabrosura! pero podemos añadirle las verduras que queramos. Es ideal para acompañar nachos, tacos, fajitas o cualquier otro plato mejicano. Allá vamos:
Tiempo: 1/2 hora
(4 personas) Necesitamos:
? Picadora
? 1 aguacate
? 1 tomate
? 1 cebolla no muy grande
? 1 pimiento verde no muy grande
? Zumo de limón
? Tabasco y sal
1. Pelamos el tomate, vaciamos el aguacate (cuidado que es muy escurridizo) y troceamos la cebolla y el pimiento.
2. Echamos la verdura a la picadora y trituramos. No debe quedarse como una crema, deben verse los minitrocitos (Como en la foto).
3. Echamos el zumo de limón y unas cuantas gotitas de tabasco. Hay que llevar cuidado con éste último porque es muuuuy picante. Lo mejor es coger nachos e ir probando como va de limón, sal y tabasco hasta que quede al gusto. Si te gusta más suave prueba con un aguacate más.
4. Se deja reposar unas horas (más rico) o se toma al momento. Se deja reposar en un táper dentro del frigo y al día siguiente estará riquísimo. Si le sale agua (aunque no tiene por qué) basta con escurrirlo. Espero que lo disfrutéis tanto como yo! :D