Tenía mucho antojo de un panecillo fácil, rápido y al que le pudiera poner algún relleno dulce o salado, unos bocadillos pequeñitos para matar el antojo de la tarde, y se me ocurrió preparar unos scones, son deliciosos... y lo mejor de todo es que hasta solitos saben rico.
Ingredientes:
2 Tazas de harina
1/2 cucharadita de sal
100 gramos de Mantequilla fría
4 cucharaditas de polvo de hornear
1 huevo
1/2 Taza de leche
Opcional: puedes agregarles 1/2 taza de queso de tu elección rallado a la mezcla y quedarán riquísimos, puede ser queso amarillo o queso blanco
1 Yema batida para barnizar
Ajonjolí o sésamo, semillas de chía, nueces, cacahuates, páprika o pimentón, orégano, en fin, todo lo que le quieran colocar encima a cada panecillo.
Rinde aproximadamente 30 scones pequeños.
Procedimiento:
Cernimos el harina, polvo de hornear y sal con un colador, la despeinamos como me decía una nana que tuve cuando era pequeña, después agregamos la mantequilla en cubitos, debe estar fría, pues esto hará que queden esponjosos los scones.
Con la ayuda de la raspa cortamos los trocitos de la mantequilla hasta que la mezcla de harina con polvo de hornear y sal quede arenosa, es decir con minúsculos trocitos de mantequilla, procuren no tocar mucho la mezcla con las manos, pues ello calentará la mantequilla y ya no esponjarán tanto los scones.
Cuando la harina con la mantequilla está arenosa, agregamos el huevo y la leche y con ayuda de la raspa vamos integrando todos los ingredientes, si desean agregarle el queso, ahora es el momento, antes de integrar todo, para que cada trocito de masa contenga un pedacito de queso delicioso.
Recuerden no tocar la masa con las manos, pues esto calentará la mantequilla y el resultado no será tan bueno, procuren con la raspa o con la ayuda de dos palas ir oprimiendo la masa hasta lograr que se integren todos los ingredientes, cuando hemos logrado un bollo no muy terso, pero que ya está todo unido, espolvoreamos harina en la mesa de trabajo y en el rodillo y procedemos a extender la masa, pueden cortar la masa a la mitad antes de extenderla, así sera más sencillo manipularla.
Deben dejar la masa a 1.5 centímetros de grosor aproximadamente, no muy delgada, no muy gruesa, de cualquier forma si la tocamos poco con las manos y tiene los trocitos de mantequilla por toda la masa, se esponjarán y duplicarán su altura.
Cortamos la masa con un cortador de círculo, si no tienen con una tapa de algún frasco que tenga borde delgado, utilicé uno de 4.5 centímetros de diámetro, la verdad es que yo los preparé con una cucharita de las que vienen en las medicinas de los niños de tamaño regular, creo que alguien se puso a jugar con mis moldes con la masa de "play doh", y no encontré el molde adecuado, así es que tuve que improvisar jiji... por ahí va a aparecer, estoy segura, yo no se por qué a mi niña menor le encanta volarme los cortadores de galletas cada que abro la lata que los contiene, creo que hace robo hormiga con ellos, pues siempre batallo menos para cerrar la lata, creo que van desapareciendo poco a poco.
En fin, tuve que improvisar con estos scones, y de cualquier forma el resultado fue genial, cuando vayan cortando los círculos, se acomodan en una charola, no necesita estar engrasada, a menos que sepan que su charola tiende a pegar las cosas, jeje, entonces sí agreguen un poco de grasa.
A continuación se bate la yema y con la ayuda de una brocha o una cuchara se barniza cada uno de los scones, les agregamos lo que hayamos elegido, sésamo, chía, amapola (que aquí en México es difícil conseguir en semillita), nueces, cacahuates, almendras, en fin, a mí se me antojaron unos con un toque italiano, así es que agregué pimentón y encima unas hojas de orégano, pueden colocar hinojo, queso parmesano, en fin, que que ustedes gusten y tengan a la mano, recuerden que si les ponen una cubierta saladita sólo los podrán utilizar con relleno salado, como jamón o queso por ejemplo.
Si los colocan con sabores neutros, pueden ponerles un poco de mermelada de su elección o nutella y sabrán deliciosos, aunque a ambos les va muy bien el queso crema.
Cuando tengan todos los scones acomodados en la charola, barnizados y adornados los horneamos en horno precalentado a 150° C, y los cocinamos hasta que doren y esponjen.
En verdad es que hasta solitos son riquísimos... esta receta es muy sencilla de preparar y nos puede sacar de apuros para cuando tengamos alguna cenita o comida con invitados, pues son deliciosos estos panecitos para acompañar la crema o el guisado.
Incluso para una tarde de café o té con l@s amig@s, pues no son dulces ni salados, así es que cada quien les agrega lo que uno quiere, o se los come solitos, pero con una rica plática, esa no debe faltar...