Es un bocadillo andaluz por los cuatro costados y dicen que esta delicia tiene su origen en Sevilla y se comenzaron a preparar allá por los años 70.
Preparación:
Solo hay que tener en cuenta un par de consejos: después de freír el pimiento en la sartén, secad con papel de cocina el aceite sobrante; y no os paséis con el lomo porque podría quedar muy seco. Por último, también podéis poner unas rodajas de tomate o bien hacerlo a la catalana y frotar el tomate en el pan. En algunas ocasiones también podéis añadir tortilla.
¡Ya me contaréis lo bueno que os ha quedado!