Este smoothie en particular lo hemos hecho con fresas frescas, ya que las vimos en el mercado y tenían muy buena pinta. Al cogerlas empezamos a pensar en qué podíamos hacer con ellas, y como teníamos antojo de cheesecake nos decantamos por esta receta. El smoothie de cheesecake de fresa es realmente una cheesecake pero girada, ya que tenemos el queso por una parte con un toque a fresa y lo que de normal es la base de galleta, desmenuzada en la parte de arriba para darle una textura más crujiente. Desde que nos llegaron en la caja de Degustabox no hemos parado de comer las galletas Digestive de cereales completos en cada desayuno, por lo que no dudamos en añadirlos en esta receta también.
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Si la cheesecake os gusta de normal este smoothie de cheesecake seguro que os encanta, por que al fin y al cabo es lo mismo pero en frío! Además es muy sencilla de preparar. Se mezclan todos los ingredientes en una batidora, se vierten en vasitos y momentos antes de servirlos les añadimos las galletas desmenuzadas por arriba. Si queréis podéis hacerlas antes, reservarlas en la nevera y cuando las saquéis les echáis las galletas.
INGREDIENTES
175g de fresas
8 cubitos de hielo
100g de queso cremoso (tipo philadelphia)
250g de yogurt griego
2 cucharadas de extracto de vainilla
2 cucharadas de miel
6 galletas Digestive cereales completos
ELABORACIÓN
– En una batidora de vaso mezclamos bien el queso, yogurt, vainilla y miel.
– Añadimos las fresas y los cubitos de hielo y lo trituramos todo un poco más. No demasiado, unos 15-20 segundos, ya que es mejor que nos queden algunos trozos de fresa y hielo.
– Vertemos el smoothie de cheesecake en vasitos individuales.
– A la hora de servir, desmenuzamos las galletas Digestive y las espolvoreamos por encima del smoothie para crear una capa crujiente.
Ya habéis visto que se trata de una receta muy sencilla. Además podéis combinarla con otras frutas como arándanos, frambuesas o cerezas.
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