Solomillo de cerdo 400-500 grs, pimentón dulce y/o picante
sal gruesa 500 grs, cebolla en polvo, ajo en polvo
azucar 350 grs, romero seco, pimienta negra
La mezcla de especias y hierbas la cantidad que uno guste.
Elaboración:
Limpiamos el solomillo de grasa y nervios, preparándolo como si lo fuésemos a cocinar. Disponemos la carne en una bandeja, mezclamos la sal y el azúcar y tapamos el solomillo por todas partes, lo mejor que podamos. Ponemos film por toda la bandeja y refrigeramos 24 horas.
Tras un día en la nevera el solomillo habrá perdido gran parte de su líquido. Retiramos la pieza de carne de la bandeja y la lavamos bajo el grifo para retirar toda la mezcla de sal y azúcar.
Secamos el solomillo a conciencia, por todas sus caras y aristas, para evitar el desarrollo de moho durante la curación.
Una vez el solomillo seco, lo rebozamos por todas partes con nuestra mezcla de especias y hierbas aromáticas secas. Cubrimos bien y apretamos ligeramente para que la mezcla llegue al interior de las posibles grietas o pliegues de la carne.
Envolvemos en una gasa quirúrgica. Bridamos con firmeza, de modo que la gasa esté en contacto total con la carne y no se mueva de su lugar.
Introducimos en el frigorífico y lo mantenemos unos 20 días. El tiempo varía según el peso y el grado de curación que queramos. Es importante colocar la pieza en un lugar de la nevera donde tenga bastante ventilación, ya sea sobre una rejilla, o sobre algún elemento que lo separe de la superficie del frigorífico. Volteamos el solomillo cada 2 días para que se cure de forma uniforme.
Transcurrido ese tiempo retiramos la brida y la gasa con la que habíamos cubierto el solomillo y retiramos parcialmente la mezcla de especias con ayuda de un cepillo o papel de cocina.
Y a cortarlo y al ataque.