La única precaución es no cocinar en exceso el solomillo porque queda muy seco, sólo una vueltecita para dorarlo y el cocinado con la salsa a fuego lento y no demasiado tiempo (reducimos la salsa antes de incorporar la carne).
Ingredientes
-1 solomillo de cerdo
-Aceite de oliva virgen extra
-1 cebolla
-100 ml de vino blanco
-75 gr de bacon en taquitos
-200 ml de nata (crema de leche) para cocinar
-queso curado (la cantidad al gusto, porque no todos los quesos están igual de fuertes)
Cortamos el solomillo en medallones de unos 3 centímetros de grosor y sazonamos, calentamos una cucharadita de aceite y sellamos en él el solomillo (aproximadamente 1 minuto por cada lado). Reservamos.
Picamos la cebolla finamente y la doramos en el aceite del solomillo. Cuando esté pochadita añadimos el vino blanco y dejamos cocer durante unos minutos para que evapore el alcohol.
Añadimos los taquitos de bacon y les damos una vueltecita.
Incorporamos la nata (crema de leche), cocemos unos minutos para que reduzca la salsa y añadimos los medallones de solomillo que habíamos reservado.
Rallamos el queso, yo he usado un queso curado de oveja con bastante sabor, lo añadimos al guiso (reservando un poquito para decorar) y cocinamos durante 4 ó 5 minutos más hasta que el queso se integre con la salsa.
Servimos el solomillo recién hecho y con el queso que habíamos reservado espolvoreado por encima. Si queremos darle un toque especial a nuestro solomillo en salsa de queso gratinamos unos minutos antes de servirlo.
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