Ingredientes:
1 solomillo ibérico,
300 gr. de arroz integral,
2 dientes de ajo,
2 cucharadas de pimentón dulce,
1/2 cucharada de pimentón picante,
1/2 cucharilla de tomillo,
1/2 cucharilla de orégano,
aceite de oliva, sal y pimienta.
Comenzamos limpiando de tendones el solomillo. No quitéis demasiada grasa pues, como dicen las abuelas, es donde está el sabor. Lo cortamos en rodajas “al bies” y de 2 o 3 cm. de gruesas.
Colocamos la carne extendida sobre una tabla y le ponemos unas gotas de aceite, los dos tipos de pimentón, las hierbas, un ajito picado pequeño, sal y pimienta. Intentaremos que este adobo impregne todas las partes de la carne y dejaremos que coja todos los sabores durante 2 ó 3 horas. Nosotros lo metemos en una bolsa de plástico cerrada y lo movemos en repetidas ocasiones durante el tiempo del adobo.
Mientras la carne se adoba, hervimos el arroz integral. Ponemos en una cazuela una cucharada de aceite y rehogamos el otro ajito cortado muy fino. Antes de que se dore, ponemos nuestra medida de arroz, el triple de agua y un poco de sal. Dejamos cocer durante unos 40 minutos o hasta que el arroz esté en el punto que nos gusta. Si no cocinas habitualmente arroz integral sigue las instrucciones del fabricante con respecto al tiempo de cocción. Escurrimos el sobrante de agua si lo hubiera y reservamos.
La carne debe hacerse en el momento. No se tarda nada en pasarla por la plancha y es la manera de que esté perfecta. La pasamos 2 minutos por un lado y 1 minuto por el otro a fuego vivo para que quede bien sellada y dorada por fuera pero tierna por dentro.
Servimos los medallones de solomillo con unas escamas de sal Maldon y acompañados por un par de cucharadas de arroz integral.
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