En una semana es la tercera receta con pollo que publico, y no ha sido casualidad, sino que en casa si comemos carne, el 80 por ciento de las veces la carne es de pollo. Los beneficios de la carne blanca están demostrados y además aporta muy pocas calorías por lo que siempre busco recetas donde cocinarlo. Y cuando vi esta receta, con alguna variación, en Delicious Stories, me sedujo tanto como después al probarla, por lo que la recomiendo, y más en estos días grises y fríos.
INGREDIENTES:
Una pechuga de pollo
Una zanahoria
Dos puerros
Dos dientes de ajo
Dos cebolletas
Granos de pimienta negra
2 cucharaditas de harina
Una cucharada de mantequilla
Aceite de oliva virgen extra
250 ml. de nata (crema de leche) para cocinar
Perejil fresco
PREPARACIÓN:
En una olla ponemos un litro y medio de agua y añadimos la zanahoria, un puerro, una cebolleta, los dientes de ajo y los granos de pimienta. Dejamos a fuego medio hasta que el caldo se reduzca y el pollo esté cocido. Entonces sacamos el pollo y dejamos reducir un poco más el caldo.
Mientras, en una sartén rehogamos la cebolleta y el puerro en un poco de aceite de oliva virgen extra y mantequilla. Dejamos durante unos ocho minutos. Entonces añadimos la harina, removemos durante unos minutos. Añadimos el caldo que hemos reducido, llevamos a ebullición y después añadimos la nata (crema de leche), comprobando que no nos quede ni muy líquida ni muy espesa la crema. Desmenuzamos el pollo y le ponemos una cuarta parte a la sopa. Salpimentamos, y cocemos a fuego medio durante unos diez minutos. Trituramos todo y añadimos el resto de pollo desmenuzado y perejil picado. Servimos bien caliente.
Bueno, ya habéis visto lo fácil que es prepararla, una sopa que hará las delicias de todos los de la casa, y además con ingredientes que todos tenemos en casa. Con ella os dejo esperando que paséis un estupendo fin de semana.