Se llama Henrique Sá Pessoa, para mi fue todo un descubrimiento, tiene mucha formación internacional, en realidad un acierto conocer a este chef.
Luego de mirar muchos platos de él y viendo que teníamos unas temperaturas tan bajas en Madrid, por estos días tan insólitos de primavera, me decanté por una sopa de cebolla. Ya sé que la clásica es la francesa, pero esta en lugar de caldo de carne lleva caldo de pollo, lo que la hace más fácil para preparar cualquier día.
Ingredientes
6 cebollas, de las doradas
50g de mantequilla
1 cucharada de harina
laurel
tomillo fresco
2 litros de caldo de pollo caliente
Vamos a cortar la cebolla en juliana, lo más fino posible, yo me ayudo con la mandolina, al cortarlas bien fina su cocción es más rápida. Nos puede parecer mucha cebolla pero luego al perder el agua queda en nada.
Calentamos en una olla un poco de aceite, la mantequilla, una hoja de laurel y la cebolla picada y también se puede poner unas ramitas de tomillo fresco, la receta lo ponía y como tengo en el jardín no hubo problema.
Este chef usa un montón el laurel y realmente para mí es el eterno olvidad, pero le da un gusto muy agradable a la sopa.
Vamos a cocinar las cebollas tapadas y revolveremos cada tanto durante la cocción, unos 12 o 15 minutos. Necesitamos que nuestras cebollas suden y se cocinen pero que no se doren.
Le agregamos la cucharada de harina y cocinaremos por dos minutos para que luego no tenga ese sabor a crudo.
Le agregamos el caldo caliente de pollo, se puede hacer con caldo de cubo o de los que vienen preparados, yo uso los de brick para este tipo de preparación.
Dejaremos cocinar por 10 minutos más. Probamos y rectificamos de sal si hace falta, pero muchas veces estos caldos comprados pueden ser mas salados.
Y así tenemos la primera parte de la sopa lista.
Para acompañar una baguette y queso gruyere rallado, que luego vamos a gratinar.
Yo tuesto primero las rodajas de baquette en el horno, cuando están listas, las coloco sobre la sopa y le agrego queso gruyere o provolone rallado o cualquier queso con sabor que tenga en ese momento.
Llevo al horno solo a gratinar, es decir que prendo el grill del horno para esto.
Hay quien prefiere poner las tostadas a gratinar con el queso solas, y luego por encima de la sopa, pero a mi me gusta de esta forma.
Con el agregado de la tostada y queso pasa de ser una sopa ligera a una sopa contundente y es una buena opción para una cena ligera.
Les invito a ver las propuestas de mi compañeras de reto aquí .
Aisha y Abril gracias por todo.
Caro :)