¡Hola!
Hoy os traigo la última receta de sopas y cremas que ha sido la temática de este mes de marzo. Es una receta facilísima que necesita muy pocos ingredientes y económica a más no poder. Recuerdo cuando era pequeña y veía fotos en los libros de cocina de la sopa de cebolla y me parecía un horror. No me imaginé jamás que pudiera resultar un plato tan sabroso y que fuera tan sencilla de preparar. Ya os dije en la entrada de la crema de guisantes a la menta que no soy muy fan de los platos de cuchara pero desde luego esta sopa se merece una excepción Es de esas que no puede faltar en los meses de frío, por las noches cuando no tienes ganas de cocinar pero te apetece entrar en calor y quieres comer algo ligero. Si queréis una alternativa para entrar en calor por culpa del picante os propongo la sopa tailandesa Kaho Soi
La receta es muy simple pero lleva algo de tiempo cocinarla. No necesita mucha atención así que podéis preparar la cantidad que os propongo en la receta y guardar en la nevera para irla tomando durante la semana. Como a mis hijos lo de encontrarse trozos de cebolla “flotando” en el plato no les hace mucha gracia, lo que hago es que sus raciones las paso por la batidora y les encanta. Queda una consistencia entre sopa y crema y como tiene mucho sabor se la comen sin rechistar. La sopa está muy buena tal cual pero si le añadís las rodajas de pan con el queso fundido por encima ya lo bordáis. Vamos allá…
Sopa de cebolla
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PREP.
COCCIÓN
TOTAL
Autor: Cinco Platos
Tipo de receta: Entrantes
Cocina: Francesa
Raciones: 6
Ingredientes
500 g de cebolla blanca
70 gr. de mantequilla
1 cda. de harina
100 ml. de vino blanco
1.5-2 litros de caldo de carne (o de verduras o agua)
Tomillo y laurel
Sal, pimienta blanca y nuez moscada
Unas rebanadas de pan
100 gr. de queso emmental rallado (o gruyère u otra variedad que funda bien)
Instrucciones
Cortamos la cebolla en rodajas finas.
Ponemos la mantequilla a calentar a fuego medio en una sartén alta o en una cazuela si no tenéis una sartén grande (luego le añadiremos el caldo y tiene que caber). Cuando la mantequilla empiece a hacer burbujitas añadimos la cebolla. Cocinamos la cebolla a fuego bajo-medio hasta que caramelice. Puede llevaros una hora aproximadamente. Si se empieza a quemar un poco añadimos una cucharada de agua.
Un vez está caramelizada y ha cogido un tono oscuro, añadimos la cucharada de harina y removemos bien durante un minuto para que se cocine y no sepa a crudo. Añadimos el vino y dejamos reducir un minuto.
Incorporamos el caldo, las hierbas, sal, pimienta y un poco de nuez moscada. Tapamos y cocinamos a fuego lento 45 minutos. Rectificamos de sal si es necesario.
Cortamos unas rebanadas de pan, no muy finas para que aguante el peso del queso. Ponemos la sopa en cuencos aptos para el horno, colocamos las rebanadas de pan encima espolvoreadas con el queso. Gratinamos unos minutos y servimos inmediatamente.
Notas
Podéis cocinar la sopa con caldo de verduras, de carne o agua. Ya os imagináis que el sabor no tiene nada que ver si nos decidimos por añadir agua en lugar de caldo.
La receta original lleva 2 litros de caldo. A mí me ha parecido que con 1.5 es suficiente pero podéis añadir más si queréis.
Podéis también elegir el queso que queráis. Como siempre, cuanto mejor sea la materia prima mejor quedará la receta y como es un plato muy económico podéis comprar un trocito de queso bueno y rallarlo en el momento de gratinar.
El pan también es importante. Intentar que sea consistente para que "aguante" el peso del queso y para que quede crujiente sin que quede duro.
3.5.3208
¡Buen provecho!