Antiguamente la sopa de espárragos se hacía con los manojos de trigueros que hábilmente los hombres de campo cogían para llevarlos a casa. Hoy en día por el tipo de vida que llevamos nos tenemos que conformar con los espárragos verdes que encontramos en los supermercados. No tienen el sabor ni la textura de los trigueros pero también están buenos para hacer un revuelto, una tortilla o una sopa tan rica y malagueña como esta.
Ingredientes:
1 manojo de espárragos
1 puñadito de almendras
1 rebanada de pan cateto (rústico) "asentao" (de varios días)
4 dientes de ajo
1 cebolla
1 tomate rojo hermoso
1 pimiento verde
Caldo de verduras
Azafrán en hebras
Pimentón dulce
Pimienta negra molida
Sal
Aceite de oliva virgen extra
1 huevo por comensal
Comenzamos friendo en aceite de oliva dos dientes de ajo junto con las almendras y el pan. Reservamos sobre un papel de cocina para quitar el exceso de grasa.
En la misma sartén hacemos el sofrito comenzando por la cebolla, los otros dos dientes de ajo y el pimiento verde muy finamente picados. Cuando estén transparentes le añadimos el tomate pelado y cortado en dados. Tras unos minutos es el momento de unir al conjunto los espárragos que habremos cortado con las manos.
Dejamos todas las verduras a fuego suave para que se hagan a conciencia y se impregnen bien todos los sabores.
Mientras se cocina el sofrito aprovechamos para hacer el "majaíllo" con el pan, las almendras, los dientes de ajo, las hebras de azafrán y un poco de sal gruesa.
Cuando nuestro sofrito esté listo, le añadimos la punta de un cuchillo de pimentón dulce antes de apartarlo del fuego. Debemos tener mucho cuidado para que el pimentón no se nos queme ya que estropearía nuestra sopa.
Ponemos en una cacerola amplia el caldo de verduras al que le habremos añadido el "majaíllo". Vertemos el sofrito y es el momento de dejar hervir a fuego suave aproximadamente 15 minutos.
Añadimos un poco de pimienta negra molida.
Transcurrido el tiempo de cocción podemos escalfar los huevos en la propia sopa o en un recipiente distinto.
Personalmente me gusta hacerlo en un recipiente aparte con agua, sal y un poco de vinagre. Una vez escalfados separo la yema de la clara ya que lo que utilizo para acompañar a esta rica sopa es únicamente una yema por comensal.
Antes de servir la sopa es conveniente probarla para rectificar de sal o pimienta en caso necesario.
Por último, hay personas que les gusta añadirle una gotas de vinagre antes de degustar la sopa. Por este motivo recomiendo colocar una vinagrera en la mesa para que cada uno se sirva a su gusto.