¿Sabíais que Julio César era un fan de los espárragos? Este famoso emperador romano disfrutaba con unos buenos espárragos rociados con mantequilla fundida y salsa de limón. El espárrago es nativo del Mediterráneo y en la época romana se popularizó su consumo. Era muy apreciado por sus propiedades terapéuticas. Entre otras cosas ayudan en la desintoxicación del organismo. Es un alimento cargado de antioxidantes, que se ocupan de retrasar la fase de envejecimiento.
El espárrago es una gran fuente de fibra lo que hace que nos aporte sensación de saciedad. Los espárragos trigueros son, en su mayoría agua (94%) lo que, unido a su bajo nivel de calorías, hace que comer espárragos para adelgazar sea una buena opción, ya que nos ayuda a liberar toxinas.
Los puerros, por otro lado, son una de mis verduras favoritas por la cantidad de platos de los que forma parte a los que aporta su sabor característico. Los puerros tienen una especia de sabor dulce y salado que es delicado y resulta como una versión más suave de una cebolla.
Esta crema proporciona un excelente plato de entrada para una cena elegante. Además, se puede consumir tanto fría como caliente por lo que puede tomarse en cualquier época del año. Perfecta si tenéis invitados y queréis sorprender con un sabor agradable para abrir boca antes de servir un plato más contundente.
Por mucho que me encanta la sopa de espárragos, rara vez la pido en un restaurante, ya que la mayoría de los restaurantes preparan esta crema con nata (crema de leche) o crema. Sí, vale, pero realmente me gusta esta sopa por lo saludable que es ¿a quién quiero engañar? Si queremos una crema de espárragos muy cremosa tenemos otras opciones para conseguirlo que no sea echarle un montón de nata (crema de leche) y añadirle calorías innecesarias: podemos añadirle patata que le proporciona a la crema una textura lujosa y aterciopelada. Otro truco sería agregar yogur griego …
Crema de espárragos trigueros
Dificultad: fácil
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Ingredientes
Para 2 o 3 raciones:
1 manojo de espárragos trigueros (200 o 250 gramos aproximadamente)
2 puerros
1 patata mediana
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta recién molida
Preparación
Limpiad bien los puerros y los espárragos y troceadlos quitando las partes duras. Reservad las yemas de los espárragos para añadirlas después a la crema y utilizarlas de decoración del plato.
Rehogad en una cazuela, con una cucharada de aceite, el puerro, la cebolla y la patata durante unos minutos hasta que lo veáis pochado, añadid los espárragos y le dais unas vueltas durante 5 minutos.
Cubridlo de agua, poned sal, y dejadlo cocer hasta que todos los ingredientes se vean tiernos, unos 10 minutos. Salpimentad al gusto en cuanto el agua comience a hervir. Vigilad durante la cocción para que no se quede sin líquido.
Sacadlo y trituradlo en la misma cazuela con una batidora de mano. Debe quedar una textura de puré muy cremoso. Si quisieseis añadirle algo de nata (crema de leche) líquida este sería el momento.
En una sartén pequeña con un poquito de aceite saltead las yemas de espárragos, durante unos 2 minutos a fuego medio. Añadid algunas a la crema y reservad otras para decoración.
Podeís decorar esta crema con unas yemas de espárragos o con picatostes de pan fritos o con unas lascas de Parmesano.
También podéis adornar la crema con un chorrito de aceite crudo.
Esta crema se puede preparar perfectamente el día anterior y conservarla en el frigorífico.
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