De vez en cuando se necesitan platos desintoxicantes, ya sea porque no te encuentres bien o porque te hayas pasado la semana comiendo como si no hubiera un mañana, y creo que nada mejor que una sopa para dejarte como nueva y entonar el cuerpo, sobre todo de cara a los fríos que se acercan.
Siempre dudo en publicar este tipo de recetas que no son nada del otro mundo, pero al final pienso que seguro que le vendrá bien a alguien para el que hacer una sopa sea un misterio absoluto, tú también conoces a más de uno, verdad?
Los vegetarianos pueden prescindir del pollo y en cuanto a las verduras, son a tu elección: abre la nevera y aprovecha para hacer limpieza y meter en la cazuela todo lo que quieras.
Esto es lo que yo le he puesto a la mía:
Ingredientes:
- 1 pechuga de pollo
- 1 zanahoria
- 1/4 de coliflor
- 1 patata
- 1/2 calabacin
- 1 puerro
- 1 cebolleta
- caldo de pollo, verduras o agua
- sal y aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1. En una cazuela rehoga la cebolleta y el puerro picados en un poco de aceite de oliva.
2. Corta la pechuga en dados no muy grandes, sazona con sal y sofríelos junto a lo anterior hasta que el pollo pierda el color de crudo.
3. Lava y trocea las verduras que hayas elegido y las añades a la cazuela.
4. Cubre las verduras con caldo de pollo o de verduras, más o menos 1 litro y medio. Si no tienes a mano cubre con agua simplemente y mejor si le añades entonces una pastilla de caldo para que esté más sabrosa.
5. En cuanto rompa el hervor, baja el fuego, tapa y deja hacer lentamente hasta que todas las verduras estén tiernas. Prueba de sazón y rectifica de sal si es necesario.
¡¡A la rica sopa!!
Nos vemos el viernes si te apetece.
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