Os dejo la receta con las cantidades aunque, excepto la remolacha que tiene que dar saborcito, los demás ingredientes se pueden poner al gusto del consumidor. También comentaros que lo ideal es preparar el caldo el día de antes para que esté fresquito a la hora de preparar la sopa, así que tenedlo en cuenta.
Ingredientes:
2 litros de agua
5 o 6 remolachas crudas
1 pepino grande o 2 pequeños
1 manojo de rabanitos
1 manojo de eneldo fresco
1 puñados de cebollino fresco picado
5 huevos cocidos
Sal
1 cucharada de vinagre o limón
3 yogures naturales (mejor que sean cremosos y poco ácidos)
Picamos la remolacha en cubos pequeños, así como salen en la foto, y lo ponemos a cocer en una olla con los 2 litros de agua. Echamos sal al gusto y cuando ya esté la remolacha cocida, añadimos un poco de vinagre o zumo de limón para que no pierda color. Dejamos templar y metemos en la nevera para que esté fresquito. Como os he comentado antes, lo idel es dejarlo de un día para otro.
Una vez que tenemos nuestro caldo frío, cortamos en cubitos del mismo tamaño el pepino, los rabanitos y el huevo. También picamos el eneldo, quitando los tallos más duros y picamos también el cebollino.
Cogemos una taza de caldo y la ponemos en un recipiente donde nos entre el volumen de esta taza más los 3 yogures. Removemos muy bien hasta que esté bien integrado, sin grumos ni partes blancas. Se lo añadimos al resto de caldo junto con los ingredientes que previamente hemos cortado y picado. Removemos bien, rectificamos de sal y si vemos que queda muy denso podemos añadirle medio o un litro de agua fría, según lo veamos. También si nos apetece podemos ponerle un poco de pimienta.
Si teníamos todos los ingredientes fríos ya estaría lista para tomar pero también podemos dejarla unas horas en la nevera para que esté bien, bien fresquita.
Decidme ¿Os mola la idea?