Cuando empecé con el blog mi objetivo era hacer público mi libro de recetas, pero, tras un tiempo de “trabajo” me empecé a apuntar a distintos retos de cocina. Soy bastante obsesiva y de apuntarme a un reto, luego vino otro y otro y otro. Llegó un momento que tuve que organizar mis retos en una hoja Excel para tener recogido el día de publicación, si ya había mandado mi receta, cúal era la característica del reto, etc etc. Llegué a estar apuntada en 20 retos distintos y aunque parezca una tontería, pensar, comprar los ingredientes, hacer el plato, fotografiarlo, editar las fotos, escribir la entrada y publicarla, es bastante laborioso. Y, tras más de dos años haciendo esta marcha, me saturé, y tal como había empezado, acabó. Dejé de publicar porque estaba agobiada. También ha coincidido un importante problema de salud, que me dejó sin demasiadas fuerzas.
Ahora estoy en una nueva fase, queriendo publicar sólo aquello que me gusta, aquello que quiero conservar y compartir. y, a mi marcha, sin prisa y sin obligaciones.
Y dicho todo esto, hay un reto de cocina que siempre me gustó mucho mucho. Y es el reto de Cocinas del Mundo. Si quieres saber algo más del reto, pincha en el logo siguiente:
Me encanta investigar las comidas típicas de un país, idear la forma de obtener los ingredientes, elaborar y degustar. Y en ese reto participo hoy porque al leer el destino de septiembre no me pude resistir: Florencia. Me encanta!!! Y no sólo he hecho una, ¡he hecho dos elaboraciones!: una dulce y una salada. ¡A por la primera!
Se trata de una salsa de carne que se llama Stracotto. La receta la conseguí en internet, de Canal Cocina, en concreto, elaborada por Jaime Oliver en su increíble visita por Italia.
Me ha costado un poco encontrar el hinojo porque en Valencia no suele estar en las verdulerías. Pero ¡bueno! Si se busca, se encuentra.
El resultado ha sido una salsa muy rica y una carne muy tierna. Altamente recomendable.
Ingredientes (6 personas)
· 1 kg de filete de aguja de ternera en un trozo, sin nervios
· Aceite de oliva
· 2 cebollas rojas
· 2 zanahorias
· 2 dientes de ajo
· 2 ramas de apio
· 1 bulbo de hinojo
· 1/2 manojo de romero fresco (15 g)
· 1/2 manojo de salvia fresca (15 g)
· 250 ml de vino tinto
· 2 cucharadas de tomate triturado
· 1,5 litros de caldo de verduras o de carne de calidad
- Sal
- Pimienta negra
PREPARACIÓN
- Poner la carne en una sarten a fuego medio-suave con 2 cucharadas de aceite y darle la vuelta.
- Pelar las cebollas, las zanahorias y los ajos, limpiar el apio y el hinojo, y picarlo todo para hacer el sofrito; no hace falta picarlo muy pequeño, ya que se cuece muy lentamente.
- Ponerlo todo en la cacerola, con el romero y la salvia atados juntos, y sazonar con sal y pimienta negra.
- Cocer de 20 a 30 minutos, o hasta que empiece a caramelizarse, removiendo las verduras y girando la carne de vez en cuando.
- Subir el fuego, verter el vino, añadir el puré de tomate y dejar evaporar el vino.
- Verter el caldo, llevar a ebullición y tapar la cacerola completamente.
- Reducir el fuego y cocer lentamente unas 3 horas o hasta que la carne esté tierna y melosa, dándole la vuelta y regándola con los jugos de cocción de vez en cuando.
- Sazonar al gusto.
Lo típico es poner la carne sobre una tabla, cortarla en lonchas finas y regarla con una parte de la salsa para que quede bien jugosa.
Mezclar el resto de la salsa (reducirla en el fuego si fuera necesario) con tallarines frescos y un poco de parmesano rallado por encima. Aunque no es tan tradicional, en mi caso he mezclado todo (carne y salsa) con unos tallarines hechos a mano. Una delicia.