Como podeis comprobar sigo liadisima con la historia del local... y el maldito ayuntamiento...tengo ya ganas de empezar a llevar una vida un poquito más normal, jeje.
No obstante, como todos los meses no me he podido resistir a la colaboración con el reto Cocinas del Mundo, este mes elegido por Marga de Acibecheria, que es superoriginal y nos ha mandado a Österreich (Austria).
En esta ocasión me he decidido por la que dicen que es la tarta más antigua del mundo, datando de 1653. Estoy hablando por supuesto de la Linzer Torte o tarta al estilo de Linz. Os va a encantar el sabor de las especias y las almendras que configuran esta “reja muy bien aromatizada.
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 250 grs de harina
-1 huevo
- 250 grs de mantequilla
- 250 grs de almendras molidas
- 1/2 cucharadita de canela
- 1 pizca generosa de clavo molido
- sal
Para el relleno
- 250 grs de mermelada de frambuesa
- 3 cucharadas de coñac
- 1 huevo
Para decorar
- Azucar glass
¿ Cómo lo hacemos?
Lo primero que haremos será tamizar la haina sobre la superficie de trabajo y dormar un volcán en el centro. Vertimos el huevo en el volcán. Cortamos la mantequilla en porcieones y la repartimos por los laterales del volcán junto con el azúcar, las almendras,la canela, el clavo molido y una pizca de sal. Desmenuzamos los ingredientes con las manos hasta obtener una masa homogénea. Envolvemos la masa en film transparente y la dejamos reposar durante 30 minutos en el frigo.
De mientras engrasamos el fondo de un molde redondo desmontable ( en mi caso de 28 cms), lo podeis engrasar con mantequilla o con un spray de esos desmoldantes. Precalentamos el horno a 175º. Extendemos 3/4 de la masa entre dos hojas de papel de aluminio hasta que tenga un tamaño ligeramente superior al diametro del molde y la extendemos sobre este. Formamos un borde alrededor.
En un cuenco mezclamos la mermelada con el coñac y luego lo repartimos sobre la base de masa. Extendemos el resto de la masa y la cortamos en tiras delgadas. Colocamos estas en forma de rejilla sobre la mermelada y las fijamos al borde de la masa.
Batimos el huevo y pintamos la rejilla con él. Horneamos la tarta durante unos 45 minutos, deamos enfriar por completo y la envolvemos en film para que repose durante un dia. Asi se asentaran todos los sabores y olores. Cuando vayamos a servir la espolvoreamos con azúcar glass.
A disfrutar!