Los estudiosos del tema no acaban de ponerse de acuerdo. ¿Dónde hay que situar el Paraíso Terrenal, el Edén del que nos habla la Biblia? Según el libro sagrado, el Paraíso Terrenal era una basta extensión de terreno rico en todo tipo de frutales y regado por ríos de aguas cristalinas. Analizando la procedencia de muchas de las frutas que hoy consumimos vemos que surgieron de Asia o de Oriente. Los albaricoques no son una excepción. Originarios de Asia central, arraigaron en Turquía oriental e Irán occidental, en la cabecera de los ríos Tigres y Éufrates, justo dónde la mayoría de investigadores sitúan el jardín del Edén. La palabra albaricoque procede del árabe al-barquq que significa precoz por ser el albaricoquero uno de los árboles que primero florecen en primavera. Damos fe de ello porque en nuestro pequeño jardín primero asoma la flor del almendro y luego la del albaricoquero. Es la prueba definitiva de que el invierno quedó atrás y de que pronto saborearemos una fruta paradisíaca.
Con los albaricoques podéis hacer una rica mermelada, incluirlos en una multicolor "Ensalada de arroz salvaje" o atreverse con unos Orejones con foie.
RECETA
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INGREDIENTES
4 albaricoques grandes.
2 huevos.
60 g de mantequilla a temperatura ambiente.
100 g de requesón.
1 yogur natural.
100 g de azúcar.
160 g de harina.
1 cucharada de levadura en polvo.
1 cucharada de esencia de vainilla. PARA EL GLASEADO
4 cucharadas de mermelada de albaricoque.
1 cucharada de azúcar.
1 cucharada de zumo de limón.
1 hoja de gelatina.
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PREPARACIÓN
Batir la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una mezcla suave
Añadir los huevos de uno en uno, no añadir el siguiente hasta que no esté bien integrado el anterior.
Agregar el yogur, el requesón y la esencia de vainilla y batir hasta que todo quede bien mezclado.
Incorporar la harina tamizada junto con la levadura en varias veces. Mezclar y poner la masa sobre un molde previamente untado con mantequilla o spray para tal fin.
Cortar los albaricoques por la mitad, quitar la pepita y colocar encima de la masa.
Meter en el horno previamente calentado a 180 º durante 30 minutos.
Esperar unos minutos para desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Poner a hidratar la gelatina en agua fría.
Mezclar todos los ingredientes del glaseado y poner a hervir unos minutos.
Dejar que baje un poco la temperatura y añadir la gelatina escurrida.
Cubrir la tarta con esta cobertura.
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CONSEJOS
Si queréis evitaros el trabajo de la cobertura, espolvorear con azúcar glas. La esencia de la vainilla puede sustituirse por esencia de limón.