Me encanta el verano por la cantidad de deliciosas frutas que tenemos a nuestra disposición. Es una epoca para disfrutar de unos estupendos postres más sanos, menos calóricos ( o por lo menos en parte) sin olvidarnos de los helados.
Esta tarta a base de albaricoques frescos es una de mis preferidas. De elaboración no muy complicada, la combinación ácida de esta fruta con el dulzor de la crema de almendras, hace de esta tarta todo un éxito.
Y como no recurro a uno de mis básicos en repostería, la elaboración de una fina masa quebrada muy sencilla y socorrida tanto para tartas saladas como dulces.
A la crema de almendras se la puede aromatizar con algún licor como el ron , una ralladura de limón o un poco de canela aunque en este caso lo hago con un poco de esencia de vainilla ya que creo que combina mejor con los albaricoques.
Vamos a la receta.
Ingredientes :
-Albaricoques
Para la masa quebrada:
-200 gramos de harina
-100 gramos de margarina o mantequilla
-50 ml de agua
-Una pizca de sal
Para la crema de almendra:
-100 gramos de azúcar
-120 gramos de almendra molida
-1 huevo
-50 gramos de mantequilla
-Una cucharada de harina
-Una cucharada de esencia de vainilla
Vamos a proceder primero a la elaboración de la masa quebrada. En un cuenco ponemos la harina, la margarina ( o si preferimos la mantequilla en trocitos a temperatura ambiente), la pizca de sal y el agua. Integramos bien todos estos ingredientes y formamos una bola que envolvemos en un papel film transparente y dejamos reposar en la nevera durante unos 15-20 minutos.
Mientras preparamos la crema de almendra y los albaricoques que cortaremos en 2 y sacaremos el hueso central.
Para la crema: batimos bien junto al azúcar el huevo y a continuación vertemos la mantequilla fundida, las almendras molidas, la esencia de vainilla y la cucharada de harina. Removemos bien y reservamos.
Una vez reposada y fría la masa, la extendemos y forramos nuestro molde.
Truco: yo la extendiendo con un poco de harina sobre una hoja de papel de horno que coloco directamente luego sobre mi molde. Así la tarta se desmoldará sin ningún problema.
Ponemos sobre la masa la crema de almendra y colocamos nuestras mitades de albaricoques encima.
La llevamos al horno a 180 grados durante unos 30-35 minutos.
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