Tras este parón de publicar recetas vuelvo para rememorar una tarta que siempre estaba en las pastelerías en las décadas de los 60, 70 y 80, podía ir rellena de crema, como es mi caso o de trufa; era súper dulce y en muchos sitios la llamaban “Tarta de Amor”, así que es ideal para el día de mañana: San Valentín.
Para celebrarlo en pareja, en familia, en soltería… como a cada una le plazca, simplemente celebremos un día donde el amor esté más presente y tengamos un detalle cariñoso con la persona más importante de nuestra vida: nosotras mismas y si además lo celebras con más personas… pues mejor.
Sin más palabras aquí os dejo la receta y el deseo de continuar por aquí, aunque no sea semanalmente, eso sólo la vida lo determinará.
Tarta Amor de Merengue
Ingredientes
Para la base
Bizcochos duros de huevo (para cubrir la base del recipiente)
4 cucharadas de brandy
100 ml de agua
Para el relleno
1 sobre de preparado de flan
500 ml de leche
3 cucharadas de azúcar
Para el merengue
8 claras
200 gr. de azúcar
Azúcar blanca para decorar
Elaboración
Lo primero es colocar en la base del recipiente una capa de los bizcochitos y “emborracharlos” con el preparado de agua y brandy. Con una cuchara presionar para unificar la masa. Reservar.
Hacemos la crema espesa, para ello vertemos en un cazo 400 ml de leche y los llevamos a ebullición junto con el azúcar, el resto de leche nos servirá para diluir el preparado de flan. Cuando hierva, añadir la mezcla y remover. Tiene que hervir un par de minutos, retirar del fuego y dejar que se enfríe al menos otros 5. Después se vierte sobre la base de bizcocho y se deja enfriar por completo.
Para hacer el merengue: batir las claras en un recipiente alto y grande para que tengan espacio y “crezcan”, más o menos a la mitad de estar batiendo las claras se añade el azúcar, seguir con el proceso hasta que cambien de color y textura y se convierta en un merengue firme y consistente.
Se coloca sobre la tarta y con la ayuda de una espátula se le de esa forma tan característica que tenía esta tarta, de “cúpula”. Para decorarlo, cubrimos la superficie con azúcar y con la ayuda del soplete lo tostamos levemente para caramelizar y crear una capa protectora.
Es una tarta que tiene que estar en frío.
Feliz San Valentín.