Aunque ya he hecho varias recetas con calabaza y queso me apetecia hacerla en forma de tarta.
La base de está tarta es un bizcocho muy esponjoso y jugoso muy fácil de elaborar, la calabaza no sólo le da sabor, también le da color y dulzor, rellena y cubierta con un irresistible frosting de queso.
Esta tarta es perfecta para cumpleaños o cualquier celebración especial, a tus invitados les encantará!
Os ánimo a probar esta delicia, os enamorará!
(Para 4 moldes redondos de 15 cm)
Ingredientes:
Para los bizcochos:
320 grs. de harina de trigo.
320 grs. de azúcar moreno, panela o mascabado.
240 ml. de aceite de oliva suave o girasol.
4 huevos L.
450 grs. de puré de calabaza asada (zapallo, auyama, ayote), puedes ver la receta (aquí).
1 Cdta. de pasta o extracto de vainilla.
15 grs. de levadura química o polvos de hornear.
1 Cdta. de canela molida.
¼ Cdta. de jengibre molido.
¼ Cdta. de nuez moscada.
Una pizca de sal.
Para el frosting de queso:
240 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
240 grs. de queso crema muy frío (queso de untar tipo philadelphia).
500 grs. de azúcar glas o icing sugar.
Para la decoración:
Salsa de caramelo o salsa de toffee (puedes ver la receta (aquí).
Canela molida para espolvorear.
Preparación de los bizcochos:
Batimos los huevos junto con la pizca de sal a velocidad media, 5 minutos.
Añadimos el azúcar y batimos 2 minutos más.
Mientras batimos incorporamos el aceite, la vainilla y el puré de calabaza.
Tamizamos la harina junto con la levadura, la canela, el jengibre y la nuez moscada, añadimos a la mezcla y batimos a la velocidad más baja que tenga la batidora hasta integrarlo todo.
Engrasamos los moldes, vertemos la masa por igual en cada uno (370 gramos más o menos).
Metemos en el horno precalentado a 180° grados, 28 minutos aproximadamente.
Comprobamos que están hechos pinchando con un palito, debe de salir limpio, de no ser así, dejamos unos minutos más.
Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla 10 minutos.
Pasado el tiempo, los desmoldamos sobre la rejilla y los dejamos enfriar por completo.
Una vez fríos los nivelamos con una lira o cuchillo y reservamos.
Preparación del frosting de queso:
Batimos la mantequilla a temperatura ambiente a velocidad alta, 5 minutos o hasta que esté cremosa.
Añadimos el azúcar glas o icing sugar tamizado y batimos 5 minutos a velocidad alta hasta obtener una crema suave y homogénea.
A continuación agregamos el queso crema muy frío y batimos un minuto más.
Montaje de la tarta:
Ponemos el primer bizcocho en el plato o stand donde lo vamos a servir, ponemos una capa generosa de frosting y repartimos de forma uniforme por toda la superficie del bizcocho, (yo la he repartido con una manga pastelera).
Colocamos encima el segundo bizcocho y repetimos el mismo proceso, hacemos lo mismo con el tercer bizcocho.
Colocamos el cuarto y último bizcocho, ponemos una capa finita de frosting en la superficie y los lados de la tarta y con una espátula alisamos bien, metemos en la nevera 30 minutos para que endurezca la crema y podamos poner la segunda capa.
Pasado el tiempo, ponemos la segunda capa de frosting, alisamos bien con la espátula y volvemos a meter en la nevera 30 minutos para que endurezca la crema.
Hacemos el goteo de la tarta por todo el borde y terminamos cubriendo toda la superficie de la tarta con la salsa de caramelo o salsa de toffee (la salsa de caramelo debe de estar tibia y espesa para poder hacer el goteo).
Metemos la tarta en la nevera 30 minutos para que endurezca la salsa de caramelo.
Introducimos el resto del frosting en una manga pastelera con una boquilla (yo he utilizado la 1M de Wilton), hacemos copetes por todo el borde de la tarta y terminamos espolvoreado canela molida sobre los copetes.
Y ya está nuestra tarta lista para servirla y disfrutarla.