Se me ocurren un montón de adjetivos calificativos para describir el sabor de esta tarta de caramelos de violeta: Impresionante, buenísimo, delicado, maravilloso... podéis escoger el que queráis. Es de lo mejorcito que he probado últimamente.
Cuando yo era pequeña solía comer estos caramelos de violeta. Me encantaban. Siempre me los traía una vecina que era de fuera, y venía de vacaciones a mi pueblo. Lo bueno es que venía a menudo de vacaciones... lo malo es que en mi casa estos caramelos duraban muy poco... jajaja. Fue pasando el tiempo, la señora se hizo mayor y vendió el piso. Entonces se acabaron los caramelos... Donde yo vivo no suelen haber. De hecho, hasta hace poco no los había visto.
Un día que necesitaba urgentemente una cosa, me metí en un supermercado al que no voy nunca, porque está bastante lejos de casa y me pilla mal, pero justo aquél día, me venía de camino y entré. Una vez encontré lo que buscaba, me paseé un rato por los pasillos mirando qué había... ¡y ahí estaban! ¡Los caramelos de violetas que me traía mi vecina cuando yo era pequeña! No hace falta que os diga que cogí varias bolsas... jajaja.
Hacía mucho tiempo que quería hacer esta tarta, pero como donde yo vivo no se encuentran (o no sabía que se podían encontrar... jajaja), pues me quedaba con las ganas. Pero esta vez no... ¡Y qué buena que está! ¿Os lo había dicho? jajaja.
Aprovechando que viene San Valentín, pensé que esta tarta podría formar parte de una cena romántica, aunque también sirve para cualquier otro tipo de fiesta o celebración. Por lo tanto, creo que es un buen momento para hacerla. Ahora que... pensándolo bien... ¡cualquier momento es bueno para zamparse esta tarta! jajaja.
Estuve chafardeando por Internet y viendo recetas de tartas de caramelos de violeta. Al final adapté a mis gustos la tarta de caramelos violeta de La Juani de Ana Sevilla. Aquí os dejo el paso a paso y la receta tal cual la hice. Quedó de vicio. Salen de 8 a 12 raciones, dependiendo de si cortáis los trozos más o menos grandes. En mi caso, fueron 8 raciones, no hace falta que os diga por qué... jajaja.
Ingredientes:Para la base:
200 g. de galletas a la canela (También se llaman Napolitanas)
75 g. de mantequilla
Para el relleno:
200 g. de caramelos de violeta
6 láminas de gelatina
500 g. de nata (crema de leche) para montar
50 g. de azúcar glas
300 g. de queso Philadelphia (o similar)
150 g. de leche
Para la cobertura de gelatina:
150 g. de caramelos de violeta
3 hojas de gelatina
200 g. de agua
Para adornar (Opcional):
100 g. de nata (crema de leche) para montar
15 g. de azúcar
8 ó 12 Caramelos de violeta (Dependiendo de las raciones que pongáis. Uno por ración)Nota: Os sobrará nata (crema de leche) para adornar, pero montar menos nata (crema de leche) no vale la pena. Yo monté 200 gramos de nata (crema de leche) con 30 gramos de azúcar y la nata (crema de leche) sobrante la usé para otro postre.
Preparación:
Primero de todo necesitamos un molde desmontable de unos 23 cm. de diámetro. Sale una tarta bastante grande. A continuación, y esto es opcional, ponemos alrededor de las paredes del molde una cinta de acetato (o PVC). De esta forma será más fácil desmoldar la tarta y quedará mucho mejor acabada que si no se lo ponéis. Para los que no tengáis y queráis comprar la cinta, podéis conseguirla en Internet por Amazon, o en tiendas especializadas de repostería. Las venden en rollos. No os preocupéis. No se echa a perder y así, otra vez que queráis hacer otra tarta del mismo estilo ya tendréis la cinta y la tarta os quedará estupenda. Os pongo una foto del molde con la cinta de acetato puesta. Es un molde con una base de vidrio:
A continuación, ponemos papel para hornear en la base. No vamos a hornear la tarta. De hecho, la cinta de acetato NO se puede meter en el horno. El papel para hornear es simplemente para que luego podamos sacar más fácilmente las raciones y no se nos peguen en la base. Lo recortamos más o menos del tamaño de la base.
A continuación vamos a preparar la base de galletas. Ponemos las galletas en el vaso de la Thermomix.
Las trituramos durante 15 segundos a velocidad progresiva 5-7-10.
Añadimos la mantequilla.
Trituramos durante 10 segundos a velocidad 6.
Ponemos la base de galletas en el molde.
Presionamos con una cuchara hasta que hayamos distribuido la mezcla de galletas de forma uniforme.
Más o menos os tiene que quedar así:
A continuación ponemos el molde en la nevera para que la base se endurezca. Lavamos y secamos muy bien el vaso. Esto es muy importante, porque si no, os quedarán restos de galleta en el relleno y no quedará bien. Tenemos que secar muy bien el vaso poque a continuación vamos a pulverizar los caramelos de violeta y si hay humedad se os quedará todo pegado.
Una vez bien limpio y seco el vaso, ponemos los 200 gramos de caramelos de violeta para el relleno.
Los pulverizamos durante 20 segundos a velocidad progresiva 5-7-10.
Reservamos los caramelos pulverizados. No hace falta que volváis a lavar el vaso.
A continuación, ponemos a hidratar las seis hojas de gelatina en un plato con agua fría.
Sin lavar el vaso, ponemos la mariposa y añadimos los 500 gramos de nata (crema de leche) para montar.
Montamos la nata (crema de leche) a velocidad 3 y 1/2. No hace falta que esté bien montada. Id vigilando porque si os pasáis, la nata (crema de leche) se os convertirá en mantequilla. Tiene que quedar más o menos así:
Añadimos el azúcar glas.
Ponemos el queso Philadelphia.
Lo mezclamos todo durante 15 segundos a velocidad 3.
Reservamos la mezcla en un recipiente lo suficientemente grande como para que quepan todos los ingredientes del relleno.
A continuación quitamos la mariposa y, sin limpiar el vaso, ponemos los 150 gramos de leche.
Añadimos los caramelos de violeta que habíamos pulverizado antes y que teníamos reservados.
Programamos 5 minutos, 100º, velocidad 3. Tiene que llegar a los 100 grados. Si se ha acabado el tiempo y todavía no ha llegado, programar un minuto más, 100 grados, velocidad 3.
A continuación, escurrimos las láminas de gelatina y se las añadimos a la mezcla.
Removemos y programamos 10 segundos a velocidad 4 para que se disuelva la gelatina.
Una vez haya acabado el tiempo, dejamos que se enfríe hasta que en el vaso de la thermomix marque 37 grados. Para rebajar la temperatura más rápido, id sacando el vaso de la thermomix y remover un poco manualmente de tanto en tanto. Si se os apaga la Thermomix, volverla a encender con el vaso puesto. Os marcará la temperatura.
Cuando la mezcla haya llegado a esta temperatura, la vertemos con cuidado en el recipiente donde habíamos reservado la nata montada (crema de leche) con el azúcar glas y el queso.
Lo mezclamos todo con una espátula y con movimientos envolventes, para que no se baje la nata (crema de leche).
Una vez esté todo bien mezclado, sacamos el molde de la nevera y ponemos el relleno con cuidado. Para que el relleno se distribuya uniformemente y no haya bolsas de aire, primero le damos unos golpecitos al molde (levantar y bajar) y luego lo vamos girando de un lado a otro (derecha a izquierda, izquierda a derecha, repetidas veces, como si fuese un volante de coche). Todo esto con cuidado de que no se os salga el relleno. Procuramos alisar la parte superior con una espátula o similar.
A continuación, introducimos el molde en la nevera y lo dejamos enfriar un mínimo de 3 horas. Yo lo tuve toda la noche.
Una vez esté frío el relleno, procedemos a preparar la cobertura de gelatina. Como la otra vez, el vaso tiene que estar bien limpio y seco.
Ponemos las tres láminas de gelatina a remojar en un plato con agua fría.
A continuación, ponemos los 150 gramos de caramelos de violeta en el vaso de la Thermomix.
Trituramos los caramelos 20 segundos, velocidad progresiva 5-7-10.
Añadimos los 200 gramos de agua.
Cerramos el vaso, damos unos golpes de turbo para que se mezclen los caramelos con el agua y programamos 4 minutos, 90º, velocidad 3. Tiene que llegar a esa temperatura.
Una vez haya acabado el tiempo, le añadimos las láminas de gelatina bien escurridas.
Mezclamos durante 10 segundos a velocidad 3 para que las láminas de gelatina se disuelvan.
Al igual que antes, dejamos que la mezcla con la gelatina llegue a 37 grados. Una vez haya llegado a esa temperatura, sacamos el molde de la nevera.
Añadimos la cobertura con mucho cuidado. Recomiendo verterla primero poco a poco sobre una cuchara situada ligeramente por encima del relleno para evitar que se hagan hoyos.
Dejamos en la nevera un mínimo de 2 horas. Yo lo dejé 4 horas, por si acaso... jaja.
Una vez haya pasado el tiempo, procederemos a montar la nata (crema de leche) para la decoración. Ponemos la mariposa en el vaso bien limpio y añadimos los 100 gramos de nata (crema de leche) para montar.
Montamos la nata (crema de leche) programando la Thermomix a velocidad 3 y medio sin tiempo. Id vigilando por el bocal, y cuando veáis que la nata (crema de leche) ya está bien montada, parad la máquina. Como siempre, no os despistéis o tendréis mantequilla en lugar de nata montada (crema de leche).
Ponemos la nata (crema de leche) en una manga pastelera con una boquilla rizada. Reservamos en la nevera.
A continuación, sacamos el molde de la nevera y lo abrimos con cuidado. Si no habéis puesto la lámina de acetato, vigilad que no se os pegue. Podéis pasar un cuchillo por los bordes, con mucho cuidado de no cargaros el molde o la tarta.
Como podéis ver, con la lámina de acetato es muy fácil de desmoldar. A continuación, quitamos la lámina de acetato poco a poco.
Por último, adornamos con la manga pastelera, poniendo un "floripondio" por ración. Yo hice 8 raciones. Lo mío no es la manga pastelera... jajaja. Encima del floripondio ponemos un caramelo de violeta.
¡Y ya tenemos la tarta lista para servir!
¡Espero que os haya gustado la receta!. Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, en Twitter, o en Instagram.