No penséis que es una tarta para los cerveceros, solamente le da un toque y jugosidad al bizcocho.
Es rápida de hacer y muy rica, pero también algo contundente. Yo os aconsejo que la hagáis el día anterior del que vayáis a degustarla y la conservéis en la nevera, estará mucho mejor.
INGREDIENTES
Para el bizcocho;
250 ml. cerveza negra
250 gr. mantequilla
250 gr. harina
75 gr. cacao en polvo
350 gr. azúcar
140 ml. nata (crema de leche)
2 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 cucharaditas y media de bicarbonato
Para la crema;
250 gr. queso untar
150 gr. azúcar glass
360 gr. nata (crema de leche)
Ponemos al fuego la cerveza junto con la mantequilla hasta que esta este totalmente derretida sin dejar que llegue a hervir, lo reservamos.
En un cuenco tamizamos la harina, el cacao, el bicarbonato y el azúcar, y lo mezclamos. Por otro lado batimos con unas varillas los huevos junto a la nata (crema de leche) y la vainilla.
Vertemos la cerveza con la mantequilla que teníamos reservada en la mezcla de la nata (crema de leche), y luego todo se lo vamos incorporando a los ingredientes secos que tenemos ya preparados.
En un molde ya engrasado o preparado con papel de hornear echamos la masa que sera un poco liquida y lo horneamos unos 50 min. a 180ºC.
Mientras que nuestro bizcocho se va cociendo podemos ir preparando la crema.
Para ello primero montamos la nata (crema de leche), la reservamos y mezclamos el azúcar con el queso de untar hasta que quede suave. Por ultimo lo unimos todo hasta que el resultado sea una crema fina y untuosa.
Cuando este el bizcocho totalmente frio lo decoramos con esta crema blanca que simula la espuma de una buena cerveza negra. Pero la podéis decorar como os apetezca, simplemente echando por encima y dejar que caiga o haciendo formas...