Ya sean momentos dulces o amargos, continuamos con ilusión cada una de las propuestas que van llegando. El día del amor no es sólo hoy, es cada detalle, palabra, sonrisa o mirada que encontramos a diario en las personas. Tanto en las más cercanas, como cualquier gesto que nos llama la atención o que nosotros tenemos con alguien. En América Latina también se celebra la amistad y es por eso que intento aunar este discurso en un tono positivo con cariño, como el que pongo a diario en mis recetas, y que me me hacen continuar con este proyecto.
Este postre lleva unos ingredientes para conquistar. Una base de galletas waffers, un relleno marmolado a base de merengue, estilo glasa, cobertura de chocolate y fresas. Es un postre de textura suave y delicada que encanta a todos. Todo un conjunto para enamorar a quién queráis. Una seducción en cada bocado que harán de una velada especial cuando os lo propongáis.
Pasamos a la receta con mucho amor!
Ingredientes: Para la base:
- 200 grs. galletas waffers de chocolate
- 50 grs. mantequilla
Para el relleno:
- 5 claras de huevo
- 300 grs. azúcar
- 1 chorrito de limón
- 20 grs. cacao en polvo
- 100 ml. agua
- 4 hojas de gelatina neutra
Para la cobertura:
- 160 grs. chocolate fondant
- 30 grs. mantequilla
*Fresas para decorar
Preparación: En primer lugar comenzamos con la base de galletas waffers. Las trituramos con un procesador de alimentos o con un rodillo. Agregamos la mantequilla derretida. Haremos una pasta para la base de nuestro postre que añadimos a nuestro molde.
Disponemos papel en la base y, una vez engrasado, añadimos las galletas trituradas que dispondremos y homogeneizamos con ayuda de una cuchara. Dejamos reposar en la nevera mientras preparamos las otras elaboraciones.
A continuación, nos ponemos con el relleno de merengue. Para ello comenzamos hidratando la gelatina. Preparamos 100 ml. de agua en un recipiente que calentaremos previamente.
Luego añadimos la gelatina y disolvemos bien. Seguimos separando las yemas de las claras. Vertemos las claras en nuestro cuenco, añadimos chorrito de limón y comenzamos a batirlas. Tamizamos el azúcar y cuando esté semimontado, la agregamos en varios pasos. Nos debe quedar una crema parecida a una glasa de galletas pero algo más montada.
Añadimos por último la gelatina, y cuando esté bien mezclada, separamos en dos partes iguales. Una de ellas la vertemos directamente en nuestro molde y a la otra, que dejamos en el bol, añadimos el cacao el polvo. Agregamos también y mezclamos ambas capas suavemente con una cuchara para obtener efecto marmolado. Dejamos reposar unas 2-3 horas en la nevera hasta que cuaje bien.
Para la cobertura disolvemos el chocolate al baño maría o con ayuda del microondas. Cuando esté casi derretido añadimos la mantequilla. Mezclamos e integramos bien. Vertemos en nuestro pastel y la extendemos con ayuda de una espátula.
Decoramos con las fresas troceadas a la mitad o como más os guste. Dejamos enfriar un poco en la nevera y ya está lista para enamorar.
Conservamos de 2 a 4 días en la nevera en un recipiente hermético y la cortamos justo antes de servir.
¿Os animáis a hacerla para esta noche de San Valentín? ¿O como postre de una cena romántica el próximo fin de semana? Sea cual sea vuestra sorpresa, fascinará a quien la pruebe. Nadie se espera esa textura y el contraste con la cobertura hacen que sea un postre muy suave y delicado.
Si queréis consultar más propuestas románticas para una ocasión especial, podéis consultar el apartado de San Valentín en mi recetario.
Vuelvo pronto con más recetitas! Un abrazo muy dulce!
Maribel García