¿Te gusta el tiramisú? Seguro que este postre es uno de tus preferidos. Esta vez lo hemos transformado en una tarta con ron y base de galleta que lleva una mousse de queso mascarpone y café. Aunque no sea la receta clásica del tiramisú italiano, es una oportunidad para darle un toque diferente, así que ¡anímate a hacer esta tarta!
Una tarta muy fácil y sin necesidad de enchufar el horno. La textura difiere un poco del clásico tiramisú casero, ya que lleva gelatina para estabilizar la preparación y la tarta se pueda cortar fácilmente.
Esta mousse de tiramisú lleva un buen chorro de ron, digamos que es un poco borrachina, solo apta para adultos. En caso de que haya niños o no te guste, puedes omitirlo. Otra opción sería hervir el ron unos minutos junto al café para que se evapore el alcohol.
Para hacer esta tarta vamos a necesitar nata montada (crema de leche), y ojito con esto, porque si no montamos la nata (crema de leche) correctamente nos puede dar problemas. Presta atención a la parte final de la entrada.
¿Quieres saber el paso a paso de la receta de esta tarta de mousse de tiramisú con ron? Sigue leyendo...
Ingredientes (molde de 18 cm de diámetro):
Para la base de galleta:
120 g de galletas (te recomiendo las del tipo María Dorada)
60 g de mantequilla sin sal
Para la mousse de tiramisú con ron:
1/4 de vaso (50 ml) de café hecho para disolver la gelatina
1/4 de vaso (50 ml) de café hecho para mojar los bizcochos
Ron al gusto
6 cucharadas de azúcar para la mousse
5 hojas de gelatina neutra
500 g de queso mascarpone (a temperatura ambiente)
300 ml de nata (crema de leche) para montar (fría)
3 cucharadas de azúcar para montar la nata (crema de leche)
6-7 bizcochos de soletilla
5-6 cucharadas de cacao en polvo desgrasado
Preparación de la tarta de mousse de tiramisú con ron:
1. Hacemos la base de galleta: machacamos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida hasta formar una especie de pasta. Forramos la base de nuestro molde con esta mezcla y reservamos en el congelador.Si no tienes batidora o picadora, mete las galletas en una bolsa de plástico y aplástalas con un rodillo.
2. Hacemos la mousse de tiramisú:
a) Disolvemos la gelatina: metemos las hojas de gelatina en agua fría y dejamos que se hidraten por 2-3 minutos. Calentamos el café hasta que empiece a hervir y disolvemos las 6 cucharadas de azúcar. Escurrimos las hojas de gelatina, las añadimos al café caliente y removemos bien hasta que se disuelvan completamente. Añadimos un chorreón generoso de ron y reservamos.
b) Montamos la nata (crema de leche): batimos la nata (crema de leche) con las 3 cucharadas de azúcar hasta que monten (no hace falta que la espuma quede muy dura, con que monte un poco es suficiente). Para no tener problemas de que se corte, procura que la nata (crema de leche) esté bien fría antes de montarla.
c) Mezclamos todo con queso mascarpone: batimos bien con unas varillas de mano el queso mascarpone, que lo tendremos a temperatura ambiente. Vamos a ir añadiendo la mezcla de café donde tenemos disuelta la gelatina hasta que esté todo integrado. A continuación, incorporamos la nata montada (crema de leche) poco a poco y con movimientos envolventes. Ya tenemos lista nuestra mousse de tiramisú.
3. Montamos la tarta de mousse de tiramisú: sacamos el molde del congelador y vertemos la mitad de la mousse sobre la base de galleta. A continuación, disponemos los bizcochos de soletilla remojados en café de modo que cubran toda la superficie de la tarta. Espolvoreamos con cacao en polvo desgrasado y añadimos la otra mitad de la mousse. Alisamos la superficie y reservamos en la nevera, como mínimo, unas 4-5 horas.
4. Decoramos y servimos: pasado el tiempo de reposo, sacamos la tarta de la nevera y decoramos la superficie con cacao en polvo. Para decorar la tarta como lo he hecho yo, tan solo tienes que colocar unas tiras de papel sobre la tarta antes de espolvorear con cacao. Una vez que lo hagas, retira con cuidado estas tiras y ¡listo, a comer!¿Has probado alguna vez el tiramisú de calabaza?
¿Cuál es el mayor enemigo de la nata montada (crema de leche)?
Tanto a la hora de montarla como en la posterior conservación, el mayor enemigo de la nata (crema de leche) es la temperatura. La explicación es muy sencilla:
- Antes de montar: cuando empezamos a montar, la batidora introduce en la nata (crema de leche) burbujas de aire que duran poco. Al rato, esas burbujas se estabilizan gracias a los glóbulos de grasa que empiezan a romperse por acción del batido. Si la nata (crema de leche) no está fría, los glóbulos se aglomeran y la espuma no llega a estabilizarse.
- Una vez que la nata (crema de leche) está montada: debemos conservarla en frío, ya que el calor ablanda el esqueleto que forman los glóbulos de grasa, empezará a hacerse algo más líquido y esto colapsará las burbujas de aire de la espuma. Dicho de otro modo, el calor hará que la nata montada (crema de leche) se nos venga abajo.
Para que no te pase nada de esto, te recomiendo que le eches un ojo a estas 5 claves para hacer una nata montada (crema de leche) perfecta, de mi compi Ana, del blog Foodmorning.
Espero que te haya gustado la entrada de hoy, ¡hasta la siguiente!
¿Quieres que te avise por correo electrónico cuando haya una nueva entrada?
¡Deja tu email!