¿Qué si me gusta bailar? Me apasiona. Hace unos meses me decidí, después de tanto tiempo posponiéndolo, que iba a aprender a bailar salsa, bachata y algún que otro baile latino.
Lo cierto es que lo que más me cuesta es dejarme llevar, y es que siempre lo digo, después de muchos años reivindicando la igualdad y ahora van y me dicen, "Carmen, tú no pienses, sólo déjate llevar y que el chico haga el trabajo duro". Se dice pronto... jejejejeje. ¡Si es que soy una mandona!
El caso es que ya voy cogiéndole el puntillo y vamos avanzando. ¿El mérito? De mis profesores, una pareja encantadora que bailan estupendamente. Aquí tienes la prueba:
Hombre, yo no me muevo como Yesenia, ¡qué más quisiera!, pero dame tiempo, muuuuuucho tiempo jejejejejeje.
A mí se me da mejor la repostería y estoy todo el día trasteando en la cocina.
En esta ocasión te traigo una receta de una tarta que preparé para aprovechar unas peras que tenía y que estaban pidiendo que se las comieran ya.
La textura me recuerda a la de un flan, pero sin llegar a serlo, por lo que resulta muy refrescante.
Como siempre, la elaboración es muy sencilla y los ingredientes de lo más común. Son estos:
5 ó 6 peras maduras
3 yogures naturales
4 huevos L
150 grs. de azúcar
70 grs. de harina de maíz
1 cucharada de mermelada (yo utilicé de kiwi que es la que tenía a mano, pero puede ser de melocotón, albaricoque o similar)
Preparamos el molde que vayamos a utilizar engrasándolo y precalentamos nuestro horno a 180º.
Pelamos 4 peras, le quitamos las semillas y cortamos en trozos. Las ponemos en una licuadora junto a los yogures, los huevos, el azúcar y la harina de maíz y batimos hasta obtener una mezcla homogénea. Si no tienes licuadora puedes ponerlos en un bol y batirlos con la batidora de brazo (no la de varillas). No debemos pasarnos en el tiempo, sólo lo justo para que las peras se muelan y se mezcle todo bien.
Vertemos la mezcla obtenida en el molde y cubrimos con el resto de las peras peladas y cortadas en láminas cuidando de que no se hundan.
Llevamos al horno y horneamos a 180º durante 55 ó 60 minutos.
Cuando veamos que está cuajada y empieza a dorarse, apagamos el horno y la dejamos dentro, con puerta entreabierta unos 15 minutos más.
Pasado este tiempo, retiramos y dejamos que enfríe completamente.
Calentamos la mermelada ligeramente en el microondas para que sea más fácil de utilizar y pintamos con ella la superficie de la tarta.
Llevamos a la nevera hasta que vayamos a comerla.
Es bastante ligera y la gran dificultad que tiene es que aguantes las ganas para no repetir, repetir, repetir...
Y ahora, me voy a practicar un ratito a ver si se me van pasando las agujetas. ;-)
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