¿No os pasa que a veces no sabéis qué cocinar?, que tienes la nevera con un montón de cosas pero no sabes qué preparar. Que llegas del trabajo sin mucho ánimo y lo que realmente te apetece es tirarte en el sofá a ver Juego de Tronos, por ejemplo.
Pues eso es lo que me pasaba a mi cuando se me encendió la lucecita y decidí preparar esta tarta de puerros y jamón. Además, sabiendo que tenía un montón de puerros directamente de la huerta, no podía desperdiciarlos. Y es que tengo la gran suerte de tener unos suegros que dedican parte de su tiempo libre a cultivar todo tipo de hortalizas, y más suerte aún por ser tan generosos y pensar siempre en nosotros.
El caso es que esta tarta de puerros y jamón es una receta súper fácil de hacer y con un resultado impresionante. Puede pareceros una tarta vegetal más, pero os aseguro que está más que buena.
Y si, al final pude ver Juego de Tronos, mientras me comía un buen trozo de esta delicia, mmm!!!
RACIONES: 8-10
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 1,5 horas
TARTA DE PUERROS:
1 kg. PUERROS
200 gr. JAMÓN SERRANO
2-3 CUCHARADAS DE HARINA
150 ml. CRÊME FRAICHE O NATA (crema de leche) 30-40% MG
PIZCA NUEZ MOSCADA
SAL
PIMIENTA NEGRA MACHACADA
1 YEMA HUEVO
2 ROLLOS DE MASA DE HOJALDRE
ACEITE DE OLIVA
RACIONES: 6
DIFICULTAD: BAJA
TIEMPO: 30 MINUTOS MÁS EL HORNEADO
1.- En una cazuela doramos los puerros cortados en trocitos con el aceite de oliva. Llegar a dorar los puerros nos llevará unos 20 minutos como mínimo. Es un proceso laborioso pero necesario para conseguir un final perfecto.
2.- Cortamos el jamón en taquitos y agregamos a la cazuela cuando los puerros estén casi dorados. Dejamos que se cocine unos minutos y retiramos del fuego.
3.- Añadimos la harina directamente sobre la fritura de puerros. Volvemos a poner la cazuela al fuego y removemos bien para cocinar la harina.
4.- Añadimos la nata (crema de leche), la pimienta negra molida y la nuez moscada. Dejamos que espese la mezcla a fuego medio bajo, sin parar de remover. Comprobamos el punto de sal, retiramos y dejamos enfriar.
5.- Estiramos una de las masas que emplearemos como base, y repartimos la mezcla por la superficie dejando 2 cm. libres en todo su perímetro. Este borde sin relleno es necesario para poder pegar la capa de masa superior. Reservamos.
6.- Con el otro rollo de masa podemos hacer varias cosas, por ejemplo, cortarla en tiras e ir colocándolas encima del relleno a modo de rejilla, utilizar alguno de los utensilios que existen en el mercado para hacer decoraciones con este tipo de masa, esto fue lo que yo hice, o simplemente colocar la masa entera encima, teniendo la precaución de pincharla antes de meterla al horno para evitar que se hinche.
Cerramos las masas en los bordes con esos 2 cm. que hemos dejado libres.
7.- Untamos la tarta con la yema de huevo y la ponemos en una bandeja de horno sobre papel sulfurizado. Horneamos, con el horno previamente caliente, a 200 ºC durante unos 30 minutos o hasta que la tarta esté crujiente y dorada.
Es aconsejable que mientras precalentamos el horno dejemos dentro la bandeja que luego vayamos a utilizar. Con esto conseguiremos que la tarta se hornee más uniformemente, al estar la bandeja caliente cuando la empleemos.
Espero que os haya gustado la receta y os animéis a prepararla, ya me contaréis.