Es una tarta de queso ideal para comer de postre ya que es muy ligera y al comerla fresquita resulta extremadamente agradable al paladar.
Así que sí os gusta el queso, tenéis que probar esta delicia, espero que os animéis a prepararla y os guste tanto como a mí!
(Para un molde redondo desmontable de 20 cm)
Ingredientes:
600 grs. de queso crema a temperatura ambiente (queso de untar tipo philadelphia).
400 ml. de nata (crema de leche) para montar o crema para batir (35% M.G).
200 grs. de azúcar.
1 Cdta. de pasta o extracto de vainilla.
4 huevos L.
20 grs. de harina de trigo común todo uso.
Preparación:
Batimos el queso crema hasta que nos quede cremoso.
Añadimos el azúcar, la vainilla y los huevos, batimos hasta integrarlos.
Agregamos la nata (crema de leche) y la harina tamizada, batimos hasta integrarlas y nos quede una mezcla sin grumos y uniforme.
Humedecemos una hoja de papel de horno, la arrugamos para que sea más manejable y forramos el molde con ella.
Vertemos la mezcla en el molde y metemos en el horno precalentado a 200° grados, 55 minutos.
Si vez que se empieza a dorar mucho, apaga la parte de arriba del horno y deja solo la de abajo encendida.
Cuando termine el tiempo de cocción, apagamos el horno, abrimos ligeramente la puerta y colocamos un tope (una cuchara de madera) y dejamos la tarta hasta que se enfríe a temperatura ambiente.
Pasado el tiempo, sacamos la tarta del horno, tapamos y metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Cuando haya enfriado la metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Al día siguiente desmoldamos, le quitamos el papel de horno y ya la tendremos lista para servirla y disfrutarla.
(La podemos acompañar con nata montada (crema de leche), mermelada de fresa o arándanos).