Esta tarta es muy fácil y rápida de preparar. Con sólo mezclar 5 ingredientes, conseguimos un postre delicioso. A continuación te explico cómo se hace, paso a paso, para que puedas hacerla perfecta desde la primera vez.
Dedicación 5 minutos
Horneado 40 – 45 minutos
Cantidad. 8. personas
Ingredientes
para un molde de 20 x 8 cm
600 g queso crema
5 huevos M
200 g azúcar
350 ml nata (crema de leche) para montar
1 cucharada Maizena = almidón de maíz
Preparación
Lo más importante de esta tarta es que todos, repito, todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. De este modo, conseguiremos que la tarta salga perfecta en el tiempo que indico.
Comenzamos forrando el molde con papel de horno. Para que se amolde mejor, lo mojamos con agua, lo escurrimos bien y lo amoldamos y arrimamos bien al molde. A continuación, ponemos a calentar el horno a 210º C = 410º F y batimos en un bol los huevos con el azúcar. Lo haremos a velocidad media, el tiempo justo para que se disuelva el azúcar. Añadimos la maizena, el queso crema desmenuzado y batimos hasta que el queso quede integrado en la mezcla. Por último, añadimos la nata (crema de leche) poco a poco sin parar de batir hasta que se integre. Vertemos en el bol y llevamos al horno.
Horneamos a 210º C durante unos 40 – 45 minutos, con calor arriba y abajo. Pasado ese tiempo, apagamos el horno y dejamos que enfríe la tarta dentro, con la puerta entre abierta. Para que no se cierre la puerta, podemos colocar un utensilio de metal o madera. Dejaremos que enfríe dentro del horno unos 10 minutos, la quitamos y dejamos que enfríe totalmente a temperatura ambiente, antes de desmoldarla.
Una vez fria la tarta, la desmoldamos. Quitamos el aro y soltamos con cuidado el papel de los bordes. Podemos cortar las raciones directamente sobre el papel de horno, o bien servirla en una fuente. En ese caso, es muy posible que el primer papel se haya humedecido bastante y se rompa a la hora de mover la tarta a la fuente en la que serviremos. Nos ayudamos de los dos papeles para moverla y retiramos el papel que está más alejado de la tarta. El otro, lo dejaremos sobre la fuente y cortaremos el sobrante. A la hora de cortar y servir, cuidaremos de que quede en la fuente. Esta tarta está ideal para tomar sola, aunque lógicamente, admite otros acompañamientos como unas frutas frescas, nata montada (crema de leche), mermelada o alguna crema.
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