¡Cómo apetece ahora en verano un postre fresquito! La tarta de queso que he elegido es una verdadera delicia que estoy segura no durará mucho en la mesa. La he adornado con unos macarons que son nuestros pastelitos favoritos, pero no hace falta que se los pongáis, pues sin ellos está igualmente riquísima. Es que los postres hechos con queso mascarpone tienen algo que enamora...
Ingredientes:
200 gr de arándanos
150 gr de mascarpone
250 gr de queso tipo Philadelphia
30 galletas
mantequilla
azúcar
3 huevos
harina
200 gr de mermelada de arándanos
3 hojas de gelatina
Preparación:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Trituramos las galletas y las mezclamos con 100 gr de mantequilla fundida. Disponemos esta preparación en el fondo de un molde redondo de unos 24-26 cm, presionándola ligeramente.
Batimos los huevos con 50 gr de azúcar y con los dos tipos de queso. A continuación incorporamos 40 gr de harina tamizada y lo mezclamos todo bien hasta que se integre. vertemos esta preparación en el molde y horneamos 40-45 minutos al baño María. Reservándola en el horno con la puerta abierta durante 1 hora (aproximadamente) hasta que se enfríe.
Templamos la mermelada y la mezclamos con las 3 hojas de gelatina (hidratada durante 5 minutos en agua fría y bien escurrida) y la repartimos sobre la tarta, reservándola en el frigorífico hasta el momento de servirla.
Desmoldamos la tarta con cuidado sobre una fuente y servimos bien fresquita.