En mi casa gustan mucho las tartas de queso, es el postre favorito de mi padre, de mi cuñada, de mi suegra… Por eso, cada dos por tres estoy buscando alguna excusa para prepararlas
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En esta ocasión, ha sido una comida familiar la que me ha dado esa excusa. Como sabéis, yo no sé ir a comer a casa de alguien sin llevar el postre, así que… ¡tarta al canto!
Tarta de queso y arándanos: textura y sabor inigualables
La tarta de queso es un clásico de la repostería que ha conquistado corazones en todo el mundo, no estoy descubriendo nada nuevo aquí. Su textura cremosa y su sabor reconfortante la convierten en un postre que siempre deja una impresión duradera.En esta ocasión, elevamos aún más este clásico al incorporar la brillantez y la frescura de los arándanos, añadiendo un toque de sofisticación y vitalidad a cada bocado. Como al hornear, los arándanos quedan blanditos y se integran a la perfección con el resto de la tarta, la textura es increíble. Además, la poca humedad que tienen hace que la tarta quede aún más cremosita.
Mirad las fotos y decidme que no os imagináis fundiendo un trocito contra el paladar
Los mejores ingredientes para la mejor tarta de queso y arándanos
Como en cualquier receta, los ingredientes que escogemos son importantes. Pero, en recetas como esta tarta de queso y arándanos, que lleva tan poquitos ingredientes, escogerlos bien tiene, lógicamente, mucha más importancia.Es una tarta que básicamente lleva:
Queso crema. Puede ser tipo Philadelphia, a poder ser bajo en grasas. Con eso conseguiremos una tarta más ligera y un sabor suave.
Huevos. Importante que sean tamaño M/L (unos 65g aprox), si son muy pequeñitos nos quedaremos cortos. Los mejores huevos son siempre los de gallinas felices, pero de eso hablaremos otro día. Si escogéis huevos cuya numeración empiece por 0 o 1, mejor.
Arándanos. Los arándanos son el toque especial de esta tarta. Escoge arándanos frescos, ya que los congelados podrían aportar humedad en exceso al pastel. Como toda la fruta, mejor que estén en su punto óptimo de maduración, y más bien duritos, no blandos.
Presentación: elegancia en cada porción
Aunque la presentación depende del gusto de cada uno, esta tarta no requiere prácticamente ningún esfuerzo en lo que a eso respecta.Una vez que nuestra tarta de queso y arándanos se haya enfriado, es hora de presentarla con estilo. Cortamos con cuidado cada porción, revelando las capas de suavidad y frescura en su interior. Podemos incluso decorar con algunos arándanos frescos extra, en la parte superior o en el plato, para conseguir un toque final encantador.
No le hace falta más, ¡lista para servir!
¿No se te hace la boca agua?
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Tarta de queso y arándanos sin azúcar
Tiempo de preparación 15 minutos
Tiempo de cocción 1 hora 20 minutos
Raciones 12 personas
Calorías 108.9kcal
Autor Noelia Herrero
Ingredientes
500 g queso crema light
300 g yogur natural o griego sin azúcar
4 huevos M/L
Edulcorante al gusto (yo 60g eritritol)
125 g arándanos frescos y limpios
Elaboración paso a paso
Precalentamos el horno a 165ºC.En un bol, batimos los huevos junto con el edulcorante. Añadimos el queso y el yogur y batimos bien, hasta que quede todo integrado.
Agregamos los arándanos lavados y secos, y los repartimos por toda la mezcla con la ayuda de una espátula.
Vertemos la mezcla en un molde desmontable forrado con papel de hornear, y horneamos durante 70-80min a 165ºC, hasta que la parte superior se dore.
Cuando ya esté, apagamos el horno, abrimos la puerta y dejamos que la tarta de queso y arándanos baje poco a poco, atemperándose, durante unos 10-15min. Pasado este tiempo, la atemperamos por completo y luego la enfriamos en la nevera durante, al menos, 4 horas.
Desmoldamos con cuidado, servimos, ¡y lista!