Las fusiones. En la cocina moderna, esa que tanto éxito está teniendo hoy día, la fusión o mezcla de sabores es uno de los puntos mas importantes, y con las cuales unimos sabores que hasta hoy día, no sabíamos que podían combinar tan bien.
Todos estamos acostumbrados a comer o preparar tartas de queso...o tartas de chocolate...pero, ¿porque no unir en una sola el sabor de dos tartas que ya de forma separada nos encantan? Pues esa pregunta fue la que se nos vino a la cabeza a Carmen y a mi para llegar a la receta que hoy tenemos aquí delante.
La idea nos pareció magnifica, pero la idea original de esta receta se la debemos al genial blog Roski-cocina y algo mas-Yus, por el cual os recomendamos dar una vuelta para descubrir recetas increíbles.
Prepararla fue algo sencillo, sin mucho cambio respecto a otras tartas que ya hemos realizado. ¿Y el resultado? Pues una verdadera maravilla. A todos los que pudieron probarla cuando la hicimos, les dejamos impresionados, tanto por el sabor, como por la textura y la mezcla de sabores. Probarla en casa y sabréis a que nos referimos.
Comenzamos ya con los ingredientes y los pasos, algo sencillo y sin necesidad de usar horno, lo que también es un punto a su favor. A por los delantales y manos a la obra!
Ingredientes (molde pequeño 21 cm):
1 paquete y medio de galletas maría
135 gr de mantequilla derretida
Un chorro de miel (OPCIONAL)
120 gr de chocolate blanco
500 ml de nata (crema de leche) para cocinar
200 ml de leche
215 gr de queso de untar
2 cucharadas y media de azúcar
1/4 tableta de chocolate negro
1/4 tableta de chocolate con leche
1 sobre de cuajada
Almendra crocante
Preparación:
Trituramos las galletas (con un rodillo o con el accesorio picador de la batidora) y las mezclamos con la mantequilla derretida, hasta formar una masa compacta. Vertemos un chorro de miel y removemos para distribuirla bien.
Vertemos sobre el molde y con ayuda de una cuchara, formaremos la base, asegurándonos de que queda bien uniforme por todos lados.
Derretiremos el chocolate negro al microondas, y echamos un poco de chocolate (la cantidad y forma, os la dejo a cada uno, pero con unos "hilos" seria suficiente) sobre la base antes creada. Dejamos en la nevera mientras continuamos.
Dividimos la leche en 2 vasos, y en uno de ellos, disolvemos completamente hasta no dejar grumos, el sobre de cuajada. Reservamos.
En una olla, echamos el chocolate blanco, la nata (crema de leche), la otra mitad de la leche sin cuajada, el queso y el azúcar. Lo ponemos a fuego medio y no dejaremos de remover.
Cuando esté a punto de hervir, vertemos la leche con la cuajada y continuamos removiendo, hasta volver a llegar a ebullición. Retiramos del fuego y dejamos unos minutos que pierda un poco de calor.
Verteremos la mezcla con cuidado y con una cuchara, sobre la base que teniamos en la nevera (siempre y cuando el chocolate negro haya endurecido). Volvemos a dejarlo en la nevera como mínimo 2-3 horas.
Cuando comprobemos que a cuajado, continuamos con la decoración. Derretimos el chocolate con leche, y volvemos a verterlo sobre la tarta, de la forma que mas nos guste. Volvemos a dejarla en la nevera para que el chocolate endurezca.
Desmoldamos y servimos esparciendo almendra crocante por encima.¿Que os ha parecido?¿Os gusta el aspecto que tiene? Pues si os gusta y os parece apetecible...imaginaros como puede estar cuando le demos el primer bocado.
Un saludo a tod@s y buen provecho!