Ya sabréis que las tartas de queso son mis favoritas. Hoy traigo un "invento", pues quería dar salida a algunos restos de queso que tenía en la nevera y a varios yogures desnatados.
El resultado final, muy bueno.
Vamos a los ingredientes solo para la tarta. Luego os explicaré la base de galletas y la confitura de fresas
1 tarrina de Requesón
1 tarrina de queso fresco
4 yogures 0% grasa, de los cuales, 1 edulcorado y los otros 3 sin edulcorante
4 huevos
2 quesitos de triángulo )
1/2 litro de leche (yo utlilicé descremada)
1 cucharadita de vainilla
2 tarrinas de yogurt de harina
2 tarinas de yogurt de azúcar
Preparación:
Precalienta el horno a 200º
Coloca todos los ingredientes en la juguera y bate hasta que estén absolutamente mezclados.
Enmantequilla un molde que pueda ir al horno y que sea desmontable.
Puedes poner la mezcla directamente en el molde y al horno.. o hacerle una base de galletas, que fue lo que hice.
Base de galletas y almendra
Quise darle a la base de galletas un toque más personal y le puse además almendras molidas que tengo de cuando hago macarons.. pero si no la tenéis no pasa nada.
125 gramos de galletas
70 gramos de mantequilla derretida
50 gramos de almendra molida
Mezcla los 3 ingredientes y ponlos en la base del molde, apisonándolo muy bien, para que quede una masa muy compacta.
Con mucho cuidado, vierte la mezcla de yogurt y pon en el horno sobre una fuente con agua, es decir, al baño maría, alrededor de 45 minutos o hasta que veas que al tacto ya está cuajado.
Una vez listo, sácalo y déjalo enfriar.
para la confitura de fresas:
100 gramos fresas
100 gramos azúcar
Poner ambos ingredientes a cocer durante media hora. Una vez lista, tritutar y reservar.
Para adornarlo, utilicé unas plantillas que compré hace tiempo en una tienda de chinos.
Asique la próxima vez que os queden en la nevera restos de queso y yogurt, atreveros a probar y experimentar, que seguro os sale una receta tan rica como esta.