Esta tarta de piña con textura de mousse es una tarta muy fresquita y apetecible, ideal como postre de una comida copiosa, o simplemente para degustar en buena compañía. La ví en Una pincelada en la cocina y me pareció una opción estupenda para el día de Navidad. He adaptado un poquito las cantidades y he cambiado la cobertura, pero la idea de la tarta es la misma. Y lo ciero es que, aunque con las prisas las fotos no quedaron nada bien y no le hacen justicia, la tarta está muy rica y merece la pena probarla.
INGREDIENTES
para la base:
190 gr de galletas tipo Digestive
90 gr de mantequilla
para la mousse de piña
170 gr de queso tipo Philadelphia
340 gr de piña en su jugo
3 yogures y medio de piña
130 gr de azúcar
170 gr de nata (crema de leche)
7 hojas de gelatina
para la cobertura
1 sobre de gelatina de piña
unas rodajas de piña y frutas al gusto
PREPARACIÓN
Empezaremos preparando la base de la tarta: trituramos las galletas con la ayuda de una picadora o un robot de cocina. (También puedes optar por meterlas en una bolsa y triturarlas pasándole un rodillo por encima.)
Fundimos ligeramente la mantequilla en el microondas y, en un bol, la juntamos con las galletas trituradas. Mezclamos con las manos hasta que nos quede bien repartida. Ponemos esta mezcla en la base del molde, y vamos aplastado y extendiendo hasta que nos quede cubierta la base. Es importante que quede bien compacta, así que hay que presionar, sobre todo en los bordes.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en un bol con agua fría
Montamos firme la nata (crema de leche) y la reservamos en la nevera.
Escurrimos bien la piña (reservando 4 cucharadas de su jugo) y la trituramos con la batidora
Mezclamos el queso crema, los yogures y el azúcar hasta que nos queden bien integrados. Incorporamos la piña triturada y mezclamos de nuevo.
En un cazo ponemos a calentar las 4 cucharadas de jugo de piña que habíamos reservado. Escurrimos la gelatina y cuando el jugo rompa a hervir retiramos del fuego e incorporamos la gelatina, moviendo con una cuchara de madera hasta que esté completamente disuelta. Dejamos entibiar ligeramente y añadimos a la mezcla de piña que habíamos preparado. Movemos de nuevo para que quede bien repartida.
Solo nos queda añadir la nata montada (crema de leche). La integramos en la mezcla con movimientos suaves y envolventes, para que no se nos baje y nos quede una textura cremosa.
Vertemos la mezcla sobre la base de galletas, metemos al frigorífico y dejamos cuajar.
Una vez que está bien cuajada la tarta de piña podemos pasar a decorarla. Añadimos trocitos de piña y frutas al gusto y cubrimos con gelatina de piña (para preparar la gelatina sigue las instrucciones del fabricante. En mi caso caliento 250ml de agua y disuelvo en él el sobre de gelatina. Dejo entibiar y vierto lentamente sobre la tarta). Metemos de nuevo al frigorífico hasta que cuaje la cobertura.
Consejos y otras opciones:
Las cantidades que pongo son para un molde de 24 cm
Es importante que la nata (crema de leche) esté bien firme para conseguir una textura muy cremosa. Métela unos minutos en el congelador antes de montarla, de esta forma te montará mucho mejor.
Como casi todas las tartas tipo mousse o que llevan gelatina, está más rica de un día para otro. Si puedes, prepárala con antelación.
Para que esté aún más fresquita, mete la tarta unos minutos en el congelador antes de servirla
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