Por que el resto de cosas que trae esta estación sí que me gustan: desaparecen las prisas, la gente está de buen rollo, la jornada intensiva en agosto y las vacaciones, aunque a mi todavía me quedan unos cuantos meses para disfrutarlas. Y yo, para celebrar la llegada del verano, he decidido encender el horno y preparar esta tarta ¡ole por mi! ¿ahora entendéis por qué no me gusta? jajaja.
Siempre voy al revés... Con la relajación del veranito en el trabajo acabo menos cansada y me apetece preparar más cosas en casa. Lo malo es que casi todas las recetas que quiero probar acaban incluyendo horno, así que a los quince minutos de ponerme a prepararlo, se me va la ilusión y me entran los siete males jajaja.
Pero bueno, una vez que me siento tranquilamente en la mesa para degustar cosas tan ricas como esta tarta, se me pasa la mala leche... Al menos esta vez la idea se me ocurrió prontito y a las nueve de la mañana ya estaba liada con el horno ;).
Tenía muchas ganas de probar una tarta invertida y cuando vi esta receta tan facilita en el libro Home Sweet Home de The Hummingbird Bakery, no pude resistirme. Aunque he hecho un pequeño cambio con el azúcar, añadiendo parte de azúcar moreno para que no quedase tan dulce y tuviese un punto tostado. El resultado es un bizcocho súper esponjoso, con un sabor muy suave y un toque ácido gracias a las rodajas y el jugo de la piña. Vamos, que es de las tartas ideales para comerlas a cualquier hora.
Así, tal cual os presento la receta está muy rica, pero si quieres que quede un poco más dulce y con un color más tostado, puedes preparar caramelo y ponerlo en el molde antes de las rodajas de piña o verterlo por encima una vez la tarta esté hecha. Yo lo intenté un par de veces, pero no era mi día y el caramelo se me resistió :(.
Ingredientes (para un molde de 23 cm.)
7 rodajas de piña en corserva
200 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
140 gr. de azúcar glass + 2 cucharadas pequeñas para espolvorear
60 gr. de azúcar moreno
200 gr. de harina
4 huevos grandes
90 ml. del zumo de la piña que hay en la lata
2 cucharadas pequeñas de levadura en polvo
1/2 cucharada pequeña de bicarbonato sódico
1/2 cucharada pequeña de sal
Mantequilla y harina para engrasar el molde Preparación
Pon a precalentar el horno a 170ºC, calor arriba y abajo.Engrasa todos los lados del molde con mantequilla y cúbrelos con un poco la harina. Espolvorea un par de cucharadas de azúcar glass por el fondo del molde y reserva. Si vas a poner caramelo en el fondo, no añadas el azúcar glass.
En un bol mezcla los siguientes ingredientes secos: la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal y reserva.
Con la ayuda de una batidora eléctrica a velocidad media mezcla los dos azúcares y la mantequilla hasta que tengas una masa homogénea.
Añade los huevos uno a uno, esperando a que el primero se integre en la mezcla para añadir el siguiente. Para de vez en cuando la batidora para separar, con la ayuda de una espátula, la masa que se quede pegada en los bordes del bol.
Añade poco a poco los ingredientes secos. Verás que la masa pasa a tener una consistencia parecida a un mousse.
Por último, añade el zumo de la piña y mezcla todo bien.
Si vas a poner caramelo, ahora es el momento de cubrir el fondo del molde con él. Coloca las rodajas de piña en círculo cubriendo toda la superficie.
Pon la masa por encima y alísala con la ayuda de una espátula.
Mételo en el horno unos 45 min. aproximadamente, hasta que el bizcocho esté bien dorado y si lo pinchas con un palillo, éste salga limpio.
Deja que la tarta se enfríe dentro del molde. Una vez fría pásala con cuidado a una bandeja para servir.