El tiempo pasa volando y ni te das cuenta de que ya ha pasado otro año asi que me imagino que si todo sigue así pasarán muchos más juntos.
La tarta es sencilla de hacer, con sabores bien ricos y que en casa gustan mucho, queso, chocolate blanco y un toque de canela para aromatizar.
Un bizcocho con miga, esponjoso que etsá buenísimo y es tan sencillo que parece imposible.
Os dejo para que comaís un trozo a mi salud y con la receta por si os animaís a prepararlo en casa.
INGREDIENTES (molde 20 cm):
Bizcocho:
225 gr mantequilla sin sal temperatura ambiente
400 gr azúcar
4 claras de huevo
1 cta sal
1 cta canela en polvo
290 gr harina repostería
2 ctas levadura
240 ml leche entera
2 ctas aroma vainilla
Crema:
95 gr mantequilla
250 gr mascarpone
250 gr chocolate blanco derretido y frío
1 cta canela polvo
200 gr azúcar glass
PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando el bizcocho, precalentamos el horno a 180ºC mientras preparamos la masa.
Batimos en un bol la mantequilla junto con el azúcar hasta tener una crema. Después le añadimos las claras sin dejar de batir hasta que se incorporen todos los ingredientes.
Aparte tamizamos la harina junto con la levadura, canela y sal. Reservamos.
Mezclamos la leche con la vainilla.
Ahora incorporamos parte de los ingredientes secos en la mezcla de mantequilla, lo alternamos con los ingredientes líquidos hasta que consigamos terminar y tengamos una masa lisa y homogénea.
Engrasamos 2 moldes de 20 cm y repartimos la masa en ambos.
Introducimos en el horno ya caliente durante 35-40 minutos. Pasado el tiempo y pinchando si está listo, sacamos y dejamos reposar en el molde unos 10 - 15 minutos. Después desmoldamos y dejamos enfríar totalmente en rejilla.
Para preparar la crema, batimos la mantequilla junto con el queso que tenemos ambos a temperatura ambiente.
Después le agregamos el azúcar tamizado y el chocolate.
Ya sólo nos queda añadirle la canela.
Para el montaje ponemos un disco de bizcocho, cubrimos con crema, ponemos el otro y le volvemos a cubrir. Listo para comer.