Ingredientes
140g de claras de huevo (4-5 huevos)
280g de azúcar (el doble de peso de las claras)
1 cuchara de té de vinagre
20g cacao en polvo
Para decorar:
80g de chocolate negro (75% de contenido de cacao)
400ml nata (crema de leche) para montar
1 cuchara sopera de azúcar glas
500g de fresas
Receta - Pasos a seguir
Paso 1
Muele un poco el azúcar, solo para que los cristales estén más pequeños. Es importante NO moler demasiado. ¡El azúcar glas NO sirve!
Paso 2
Empieza montar las claras con una pizca generosa de sal.
Paso 3
Cuando ya tienes una espuma blanda, poco a poco añade el azúcar. Sigue batiendo. Este proceso puede durar un tiempo. Paciencia. La clara está correctamente montada cuando esta firme, dura y se mantiene su forma.
Paso 4
Añade el vinagre y bate 1 min más.
Paso 5
Incorpora el cacao en polvo con la ayuda de un colador. Mézclalo muy bien con una varilla.
Paso 6
Pon papel horno en la placa de horno. Haz 5 montoncitos de la crema. (Para que el papel horno no se mueva pon un poco de la masa en la placa y pon encima el papel)
Paso 7
Hornea las Pavlovas en el horno precalentado durante 1,5 horas. Horno: 120ºC. Al pasar este tiempo deja las Pavlovas 1 hora más en el horno con la puerta un poco abierta pero con el horno apagado. En esta manera se enfría lentamente. Después puedes sacar del horno y reservarla hasta que sirves la tarta.
Paso 8
Derrite el chocolate y corta las fresas.
Paso 9
Monta la nata (crema de leche) con el azúcar. La nata montada (crema de leche) no tiene que estar muy firme.
Paso 10
Monta la tarta: Encima de la Pavlova pon un poco de nata (crema de leche) cúbrela con las fresas cortadas y pon un poco de chocolate derretida encima de las fresas.
Notas: El año pasado ya he publicado mi primer Tarta Pavlova. Pero me quede con la curiosidad que pasaría si hiciera una versión con chocolate y claro acompañaría esta super tarta con fresas. Pues ahora ves el resultado tu también en la foto. ¿Qué te parece? Esta tarta es una de estas tartas tan privilegiadas que siempre triunfan. Yo no he oído a nadie que hubiera rechazado un trozo de este pequeño paraíso gastronómico.