Buenos días!!!
Se acerca San Valentín y no podía dejar de preparar para una fecha tan romántica una riquísima tarta Red Velvet, me parece la receta de repostería para San Valentín ideal, tanto por su color rojo, como por su sabor único. En este caso he preparado la receta del libro de Bea Roque, y está para morirse de buena. Os cuento como he hecho esta naked cake.
Ingredientes:
275 gr. de azúcar
125 gr. de mantequilla
2 huevos
280 gr. harina de trigo
15 gr. de cacao
240 gr. de buttermilk
1 cucharadita de levadura química
1 cucharadita de bicarbonato
1 pizca de sal
1 cucharadita de vinagre blanco
1 cucharadita de extracto de vainilla
Colorante rojo
Elaboración de la tarta red velvet:
Lo primero que hacemos es encender el horno a 170º, el mío como es de convección a 150º.
Ya es más fácil conseguir en los supermercados buttermilk, pero como yo no tenía tuve que prepararlo. Para ello puse en un bol 250 ml. de leche con el zumo de medio limón. Y lo dejas reposar unos 10 minutos.
Mientras tanto en un bol a parte vamos tamizando la harina, con el cacao, la levadura, el bicarbonato y la sal.
En el bol del robot de cocina ponemos la mantequilla con el azúcar y batimos hasta que blanquee. Incorporamos los huevos uno a uno.
Cuando el buttermilk esté listo tendrá un aspecto de leche cortada, como con grumos… Removemos un poco y añadimos el extracto de vainilla, el vinagre y el colorante rojo.
Yo he utilizado colorante progel de Rainbow Dust, porque se consigue un color rojo muy rapidamente. Pero podéis usar colorantes en pasta.
Añadimos los ingredientes secos, es decir los ingredientes del bol de la harina, en tres veces, y los líquidos en dos. Los vamos alternando. Y vamos removiendo hasta que se integren.
Engrasamos los moldes con spray desmoldante, yo he utilizado tres moldes de layer cake, y ponemos papel de hornear en la base. Estos moldes me parecen una maravilla porque los puedes meter a la vez y reduces el tiempo de horneado.
Horneamos durante unos 30 minutos, los sacamos cuando hayamos comprobado con un tester cake que los bizcochos están bien hechos.
Los dejamos enfriar en el molde sobre una rejilla unos 15 mimutos y los desmoldamos. Los dejamos enfriar completamente sobre la rejilla.
Cuando estén fríos los envolvemos en papel film y los dejamos reposar toda la noche en la nevera, para que la miga se asiente y el sabor también.
Vamos con la elaboración de la crema. A mi me gustan más las cremas hechas a base de nata (crema de leche) que de mantequilla, así que esta no es la original de la receta.
300 gr. de queso de untar
200 gr. de azúcar glass
225 gr. de nata (crema de leche) para montar 35% M.G
Montamos la nata (crema de leche), para ello debe estar bien fría. Ponemos en el bol del robot de cocina el queso y lo batimos hasta que esté cremoso. Incorporamos el azúcar glass previamente tamizado y volvemos a batir. Añadimos la nata montada (crema de leche) y ahora con una espátula de silicona removemos a mano, con movimientos envolventes para que la nata (crema de leche) no se baje.
Con la crema ya lista rellenamos los bizcochos. En mi caso quedaron muy planos pero si no es así tendréis que nivelarlos con una lira. Cubrimos la tarta con una capa muy fina de crema pero solo por algunas zonas, ayudándonos de una espátula, ya que es una naked cake, si la cubrimos entera ya sería una layer cake.
Para la decoración utilicé fresas cortadas en láminas y arándanos, que puse por los bordes de la parte superior.
Y como es una tarta pensada para San Valentín le puse unos banderines con unas pajitas.
Y ya tenemos el resultado final de esta tarta Red Velvet que ya os podéis hacer una idea de lo buena que está. Dicen que la tarta Red Velvet o te gusta o no te gusta, pero que no te deja indiferente, vosotros de que bando sois?
Y como lo más característico de la Red Velvet es su color rojo, al que debe su nombre (terciopelo rojo) os dejo unas fotitos del corte. Espero que os guste.
Hasta la próxima y have a sweet day!!!
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