Yo voy a cubrir un dummy porque me viene ideal para la decoración del escaparate de la tienda, pero en vuestro caso estos pasos los empezáis una vez que tengáis vuestros bizcochos rellenos y cubiertos.
Lo primero que vamos a hacer es estirar un poco de fondant, el mío tendría como unos 10 o 12 cm teniendo en cuenta que mi tarta tiene 15 cm de diámetro. El fondant que yo utilizo, es fondant de la marca Azucren. No tiene por qué quedar un borde perfecto, después lo vamos a tapar. Esto va a ser el fondo de los ojos de nuestra momia.
Ahora estiramos fondant amarillo y cortamos dos círculos con un cortador de un tamaño no muy grande, 3 o 4 cm, pero también depende de vuestro gusto y del tamaño de la tarta que vayáis a preparar.
Hacemos un par de bolitas negras y las aplastamos, o si tenemos un cortador de círculo más pequeñito pues mejor. Con pegamento comestible pegamos los círculos amarillos sobre el fondo negro, juntos. Y pegamos las bolitas negras encima de los círculos amarillos.
Cogemos el fondo negro con los ojos ya pegados y lo pegamos sobre nuestra tarta, a una altura media alta, teniendo en cuenta que van a ser los ojos de nuestra momia.
Ahora estiramos fondant blanco y vamos cortando tiras desiguales, unas más anchas otras más estrechas, unas más largas otras más cortas. Tampoco os preocupéis porque sean tiras perfectas, nos interesa que alguna quede con bordes feos para tener unas vendas más realistas.
Vamos pegando las tiras sobre la tarta cruzándolas entre sí, y sin llegar a tapar los ojos, podemos ir doblando un poco algún borde, o dejando alguna tira que cuelgue eso ya va un poco en gustos, dependiendo lo destartalada que queráis que parezca vuestra momia.
Como ya el fondant estará más seco aprovechamos para pintar unas venas en la parte amarilla de los ojos con un rotulador alimentario de color rojo. Podéis pintarlas antes de pegar los ojos sobre la tarta, pero tenéis que tener en cuenta que si el fondant aún no está seco puede que clavéis la punta del rotulador en vez de conseguir pintar sobre él. También podéis pintarlas con pintura comestible roja con un pincel, pero creo que el rotulador es más sencillo sobre todo si hacéis esta tarta con peques.
Para darle un toque más sucio (porque sería raro que nuestra momia llevase unas vendas impecables) damos unos sombreados con colorante en polvo gris y con un pincel en seco. Pintamos con los polvos tal cual, sin diluir, porque lo que queremos es un efecto de sombreado. Yo he utilizado colorante en polvo negro y lo he aclarado con un poco de blanco, porque el colorante gris que tengo en la tienda es demasiado claro. Pero si tenéis un gris oscuro estupendo.
Para terminar yo he cortado unos murciélagos con un cortador en fondant de color negro.
Les he colocado unos alambres, para ello podéis mojar la punta del alambre en pegamento y pincharla en el murciélago, que debe ser gordito para que el alambre entre bien. O podéis poner pegamento sobre la parte trasera del murciélago, poner el alambre y tapar con un trocito de fondant. Dejamos secar y ya podemos pinchar los murciélagos en la tarta.
Y listo! Ya sabemos cómo decorar una tarta momia de Halloween paso a paso y súper fácil.
Como detalle final, le he colocado este topper acrílico de Boo!, que me viene perfecto para esta tarta.
Hasta la próxima y have a sweet day!!