La tarta sacher siempre ha sido de mis favoritas, ya que queda espectacularmente buena con no mucho trabajo. La considero una receta facilona, usando una mantequilla y chocolate de calidad es una apuesta segura.
Podéis ver la versión tradicional aquí, un bizcocho de chocolate relleno de mermelada de melocotón y bañado con una ganache de chocolate.
Hoy os traigo a su prima hermana con un ligero toque de almendra en el bizcocho, rellena de mermelada de cerezas y cubierta de una ganache de chocolate blanco montada como si fuera nata (crema de leche) y con un toque de lima.
Deciros que las fotos son del mes de Julio y con un calor infernal, así que después de 30 minutos haciendo fotos la ganache montada se desmayó bastante pero si lo tenéis en frío aguanta perfectamente.
Yo los bizcochos los calo siempre con el licor directamente a lo bruto (si no hay peques), pero sino podéis hacer un almíbar con un toque de aroma. Abajo os explico cómo.
INGREDIENTES
Bizcocho (2 moldes de 20cm)
4 huevos
200gr azúcar
110 gr harina
30gr almendra molina
½ sobre levadura
100gr chocolate blanco
Cointreau para calar el bizcocho
Mermelada de cerezas/ arándanos/ frambuesas
Ganache montada
200ml de nata (crema de leche) para montar
100gr chocolate blanco
Piel de 1 lima (sin parte blanca)
ELABORACION
La ganache montada se ha de preparar bastante rato antes, mejor el día anterior. Para ello pondremos a hervir a fuego suave la nata (crema de leche) con la piel de lima. Una vez arranque el hervor apartamos la piel y volcamos encima del chocolate blanco rallado o picado finamente, esperamos un minuto y vamos mezclando desde el centro haciendo espirales hacia fuera hasta que esté bien desecho y todo bien integrado.Dejaremos enfriar a temperatura ambiente y llevaremos a la nevera hasta que esté bien frío.
Para hacer el bizcocho separamos las yemas de las claras, y batimos las primeras con el azúcar hasta que nos resulte una mezcla clara y espumosa y haya aumentado de volumen.
Tamizamos la harina con la almendra y la levadura y reservamos.
Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal y lo mezclamos en tres veces y con movimientos suaves con la masa hasta que esté todo completamente integrado.
Por último añadimos el chocolate blanco rallado o picado muy finito (una vez horneado se vuelve oscuro, son los topitos que veis en la foto)
Añadimos la mezcla seca con los mismos movimientos suaves (con espátula de goma).
Vertemos la masa en los moldes engrasados y horneamos alrededor de 25 minutos o hasta pinchar y que salga limpio.
Esperamos 10 minutos y desmoldamos. Con los bizcochos aún en caliente o templados pintaremos con una brocha de nuestro licor favorito la parte de arriba de cada bizcocho. Dejamos enfriar por completo.
Montar la tarta
Ya habremos preparado la ganache con el tiempo suficiente indicado en el paso nº1 de la preparación, así que la sacamos de la nevera y procedemos a montarla como si fuera nata (crema de leche). OJO con esto, no os paséis de batida que se os cortará.
Encima de uno de los bizcochos disponemos la mermelada, colocamos el otro encima y ponemos la ganache por encima y los laterales.
Guardamos en la nevera hasta 15 minutos antes de comer.