Es una de nuestras cenas favoritas acompañado de una ensalada, por ejemplo.
Está buena servida en caliente, recién hecha, pero también servida a temperatura ambiente.
La masa de la tarta está muy buena, crujiente y a la vez, suave, además de
ser una base de tarta que se puede utilizar, con rellenos diversos.
Al largo de estos meses colgaré un par de mis recetas de tartas saladas favoritas...
Ingredientes para 6 a 8 porciones:
Masa:
160 gramos de harina
80 gramos de mantequilla fría
1 cuchara de café de sal
1/2 cuchara de café de pimienta negra
40 mililitros de agua fría
Relleno:
3 puerros medianos
30 gramos de aceitunas negras
8 lonchas finas de queso de cabra suave
6 a 8 tomates desecados hidratados y cortados en trozos
Queso parmesano y semillas de sésamo al gusto
Para la masa, mezclamos la harina con la sal y la pimienta y añadimos la mantequilla cortada en trozos,
mezclando hasta que toda la mantequilla esté incorporada.
Añadimos el agua y mezclamos el suficiente para obtener una masa lisa y elástica.
Estiramos la masa entre dos hojas de papel de cocina formando un rectángulo.
Con un cuchillo afilado cortamos los bordes de la masa, para que se quede
un rectángulo bien acabado, y con las sobras de la masa hacemos dos tiras con la masa
para decorar los bordes.
Pintamos la masa con un huevo batido, espolvoreamos el queso parmesano y las semillas
de sésamo, y dejamos la masa en la nevera por un mínimo de 1 hora y
un máximo de 24 horas.
Mientras enfriamos la masa, hacemos el relleno.
En una sartén añadimos el aceite y la mantequilla y freímos a fuego fuerte los puerros cortados en lonchas finas, hasta que estén al dente.
Cuando la masa esté fría, la horneamos a 180º por 15 minutos.
Sacamos del hoeno y añadimos los puerros y las aceitunas y horneamos otros 10 minutos.
Volvemos a sacar del horno, añadimos las lonchas de queso de cabra y horneamos más 5 minutos.
Añadimos los tomates troceados y ¡Buen provecho!