La tarta San Marcos no es más que un bizcocho genovés con un almíbar ligeramente emborrachado, relleno de nata (crema de leche) y trufa y cubierto por una capa de yema tostada, bueníiiiisimo! Os aseguro que utilizaréis mucho esta receta para vuestras tartas de cumpleaños.
Para el bizcocho genovés
120 gr de harina de trigo
120 gr de azúcar
4 huevos M
Una pizca de sal
Una cdta de esencia de vainilla
Precalentamos el horno a 170 º.
Batimos los huevos junto con el azúcar hasta que comiencen a blanquear y la masa triplique su volumen. Aprovechamos para incorporar la esencia de vainilla.
Tamizamos la harina con la pizca de sal y se lo incorporamos a la masa anterior con movimientos envolventes, teniendo cuidado de que la masa no pierda volumen. Este es el paso más importante, porque de esto dependerá que el bizcocho quede esponjoso.
Para hornear, yo he utilizado 3 moldes de 18 cm previamente engrasados (como este).
Horneamos durante aproximadamente 20 minutos.
Desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla.
Para el almíbar
125 gr de azúcar
125 ml de agua
Ron
Ponemos el agua con el azúcar a hervir y añadimos un chorrito de ron. Hervimos hasta que el azúcar se disuelva. Dejamos enfriar.
Para la crema de trufa
500 gr de nata montada (crema de leche) (yo he utilizado nata (crema de leche) vegetal)
80 gr de icing sugar
4 cdas de cacao en polvo
Con la ayuda del robot de cocina y utilizando las varillas de montar, mezclamos todos los ingredientes hasta que estén completamente integrados. Reservamos.
Para la crema de yema
150 gr de azúcar
50 ml de agua
4 yemas
Una cda de harina de maíz (Maizena)
Calentamos el agua con el azúcar hasta que se disuelva. Batimos las yemas con la maizena. Mezclamos las dos preparaciones anteriores y ponemos al fuego para que espese sin dejar de remover. Dejamos enfriar bien cubierto para que no forme costra.
Montaje de la tarta
Comenzamos bañando cada una de las capas de bizcocho con el almíbar de ron.
Disponemos la primera capa sobre la base en la que lo serviremos. Sobre esta primera capa ponemos una generosa cantidad de crema de trufa.
Cubrimos con otra capa de bizcocho. Añadimos sobre éste una capa de nata montada (crema de leche).
Cubrimos con la tercera capa de bizcocho. Sobre esta última, echamos la crema de yema, que cubriremos con azúcar moreno espolvoreada. Quemamos el azúcar con un soplete, para que adquiera el tostado característico de esta tradicional tarta.
Decoramos con nata montada (crema de leche) al gusto. Ponemos añadir almendras fileteadas en la decoración.
Parece muy largo pero es sencillo. En casa les ha encantado y están deseando repetir. Si la preparáis de un día para otro, está deliciosa recién sacada de la nevera. Os animo a probarlo. Podéis escribirme para consultar cualquier duda.
Disfrutad del domingo!!!
Besos