Más mediterránea imposible y sin azúcar ni mantequilla.
Ingredientes para una tarta de 20 cm:
1 lámina de masa quebrada o brisa
8 ó 10 higos (depende del tamaño)
4 almendras tostadas
4 avellanas tostadas
Hojas de menta fresca
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Precalentar el horno a 200º, arriba y abajo.
Pelar los higos, sólo la piel exterior, conservando la parte blanca. Cortarlos por la mitad a lo largo.
Engrasar con aceite un recipiente antiadherente, de 20-22 cm de diámetro, que luego pueda ir al horno, y saltear en él los higos, durante unos 3 a fuego medio, volteándolos con cuidado, aunque no podremos evitar que se deformen al ablandarse. Soltarán su propio jugo que se absorberá al hornear. Es ideal una cazuelita de fundición, para no utilizar dos recipientes, pero se puede hacer este paso en una sartén y pasarlo después a un molde de horno.
Cortar la placa de masa brisa de un diámetro algo superior y colocarla sobre los higos, remetiéndola por los laterales con la ayuda de una espátula. Pinchar la superficie con un tenedor.
Hornear durante unos 15, a una altura media del horno, vigilando siempre que la masa no se tueste demasiado, porqué dependerá de cada horno.
Desmoldar en caliente colocando un plato, algo más pequeño que el recipiente, encima de la tarta, presionando ligeramente para bajar la masa que habrá quedado ligeramente abombada. Antes, pasar la espátula por todo alrededor para asegurar que no haya ninguna parte pegada al molde.
Espolvorear con las almendras y avellanas peladas y troceadas y la menta fresca picada finamente. Dejar enfriar, aunque se puede comer tibia.
Una merienda ideal para una arde de verano ¡Y os aseguro que riquísima! Los higos son lo suficientemente dulces como para no necesitar de azúcar ni otros aditivos. En cuanto a la mantequilla, se me ocurrió que el aceite de oliva podría hacer las veces, dándole un toque especial y sin enmascarar el sabor de la fruta. Alguien dirá: “Imposible una tatín sin azúcar ni mantequilla” Pues, bueno, llamadla como queráis, pero el procedimiento es el mismo. No se trata de una tarta al uso, con los higos bien colocados y perfectamente dispuestos en círculos sobre la base. De ahí que no importe que pierdan su forma al saltearlos.