Halloween es una época que para nosotros, los blogueros, puede ser un disfrute si te gusta presentar los postres y comidas de forma original. Yo siempre que llegan estas fechas me rebano los sesos intentando encontrar formas divertidas de preparar una receta para el día de los muertos. Esta Tartaleta de chocolate y Oreo no es que sea la más original del mundo, pero me parece que el resultado es muy visual y divertido.
Lo importante es jugar con las formas de los huesos. Yo he hecho muchísimos, demasiados, pero quería cubrir toda la superficie de la tartaleta. Además, he intentado haceros de diferentes tamaños y formas, incluso me he aventurado con las costillas para hacerlo un poco más original. ¡Probad diferentes formas y tamaños para hacerlo más realista y divertido! Es la parte más ardua, pero es la que mejor queda... además del ataúd de chocolate, que es un puntas final para esta tartaleta de chocolate y Oreo.
¡Ya ha llegado Halloween y con esta festividad vienen las tartas más terroríficas! No te pierdas esta fantástica Tartaleta de chocolate y Oreo que simula un cementerio real ¡A disfrutar... mientras podáis!
Lo importante en las recetas de Halloween es que seamos divertidos y creativos, que ofrezcamos postres o comidas con un toque original con el que sorprender a nuestros amigos y familiares o a los más pequeños de la casa. ¿Os gusta la idea del cementerio de huesos? ¡Probadla en casa que os encantará!
TARTALETA DE CHOCOLATE Y OREO Dificultad: Fácil
Horneado: Sin horno
Tiempo: 20 mins (aprox)
Temporada: Halloween
Raciones: 10 personas
Etiquetas: Tarta, Postre
Trotamundos: EEUU y Canadá
INGREDIENTES
Para la base
Tres paquetes de galletas Oreo
100 gr de mantequilla
Para el relleno
200 gr de chocolate negro
200 ml de nata (crema de leche) para montar (35% m.g.)
Un puñado de nueces
Para el ataúd
200 gr de chocolate negro
Para los huesos
Una clara de huevo
220 gr de azúcar glacé
Una cucharadita de cremor tártaro
CÓMO SE HACE- Los huesos los preparé dos días antes. Batí la clara hasta que estaba espumosa. En ese momento añadimos el azúcar glacé y el cremor tártaro tamizados y batimos hasta conseguir una textura de pasta de dientes.
- Añadimos unas gotas de agua y seguimos batiendo. Tenemos que conseguir que la glasa brille, que tenga consistencia pero que no esté muy dura. Para ello podemos ir añadiendo unas pocas gotas de agua de vez en cuando.
- Forramos una bandeja con papel de horno y preparamos una manga pastelera con una boquilla del número 2 de Wilton (agujero pequeño). Llenamos la manga y vamos dibujando los huesos. Es muy fácil: hay que hacer dos puntos juntos, una línea que salga de la intersección de los dos puntos y otros dos puntos al otro lado de la línea. Yo he hecho como 200 huesos... ¡paciencia!
- Seguramente os quedarán piquitos en algunos puntos porque la glasa está muy dura. Lo que tenéis que hacer es mojaros ligeramente la yema de un dedo y bajar los piquitos. No os mojéis mucho el dedo o se humedecerán mucho y no se acabarán de secar bien.
- Dejamos secar dos días para que estén firmes y los podamos despegar sin problemas. Yo los he hecho de diferentes tamaños. Reservamos.
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- Comenzamos con el ataúd. Yo lo hice un día antes. Para ello tenemos que atemperar el chocolate. Como usamos chocolate negro, lo que hacemos es fundir 2/3 del chocolate en un cazo a fuego medio alto al baño maría. El chocolate debe estar cortado en trozos pequeños y todos más o menos iguales. Tenemos que conseguir que alcance los 50ºC.
- Cuando lo consigamos, retiramos del fugo y añadimos el resto del chocolate. Revolvemos hasta conseguir que se funda. La temperatura debe bajar hasta los 28ºC.
- Conseguida esa temperatura, volvemos a ponerlo en el fuego hasta que aumente la temperatura ligeramente hasta llegar a los 32ºC. En ese momento lo echaremos en el molde de ataúd y dejaremos que se enfríe.
- Cuando lo tengamos frío completamente, lo desmoldamos con cuidado.
- Yo lo he pintado con colorantes en polvo y un poco de colorante en gel dorado. He usado el plano, el negro, marrón claro y algo de amarillo. Lo he ido pintando para que pareciese madera. Reservamos.
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- Empezamos con la tartaleta. Retiramos la crema de las galletas Oreo y las trituramos bien.
- Derretimos la mantequilla y la añadimos poco a poco, mientras mezclamos bien, a las galletas. Tenemos que conseguir una pasta que no esté muy húmeda, por lo que lo mejor es no echar toda la mantequilla de golpe.
- Extendemos la mezcla por un molde de tartajea rectangular, aunque podemos usar cualquier tipo. Cubrimos bien las paredes y el fondo, pero tiene que quedar hueco para poder echar la crema. Metemos en la nevera. Reservamos.
- Vamos con el relleno. En un cazo ponemos la nata (crema de leche) a calentar hasta que esté a punto de hervir. En ese momento, añadimos el chocolate troceado y dejamos que se derrita ligeramente durante unos segundos antes de revolver bien para formar una crema de chocolate homogénea.
- Añadimos las nueces y revolvemos.
- Lo vertemos en la base de galleta. Alisamos con una espátula y metemos en la nevera toda la noche.
- Decoramos la superficie de la tarta con los huesos y el ataúd.
- Servimos a temperatura ambiente.
¡A disfrutar!
TRUCOS Y CONSEJOS Podemos utilizar el chocolate que más nos guste, pero por tonalidad para esta tarta es mejor usar el negro