Y el aguacate.
Con lo que juntos, plato estrella.
Vamos con un tartar, a mi manera, porque ya sabéis que soy mucho de hacer lo que me da la gana con las recetas y porque de los ingredientes originales que “debe” llevar un tartar, pues como que no me gustan todos.
Y como las recetas están para reenventarlas y modificarlas a nuestros gustos, pues ahí va mi versión de este delicioso plato, pero sin pepinillos ni alcaparras, que no puedo con ellos.
Y sin salsa Perrins. Qué sí, que también es uno de los ingredientes básicos, pero es que lleva gluten, y oye, que sin ella queda igualmente delicioso.
Ingredientes (para 4 personas):
Receta adaptada de El Comidista.
• 300 g de salmón (congelado previamente un mínimo de 48 horas)
• 1 cucharadita de vinagre de manzana
• 1 cucharadita de salsa de soja (sin gluten, salsa Tamari)
• 1 cucharada de aceite de oliva
• el zumo de medio limón
• 20 g de tomate
• 70 g de aguacate
• 20 g de cebolleta
• 1/2 cucharadita de mostaza a la antigua
• 1/4 cucharadita de Tabasco
• sal y pimienta negra
• Sésamo negro (o blanco), opcional
Elaboración:
Con ayuda de un cuchillo muy afilado cortamos el salmón en cubitos.
Lo cortaréis más fácilmente si no dejáis que el salmón se descongele del todo.
Colocamos el salmón picado en un cuenco y agregamos el vinagre, el aceite de oliva virgen extra, el zumo de limón y la salsa de soja.
Cubrimos el cuenco con papel transparente y lo dejamos macerar en la nevera durante 30 minutos.
Mientras, pelamos la cebolleta, el aguacate y el tomate y los picamos finamente.
Transcurrido el tiempo de reposo, agregamos la cebolleta, el aguacate y el tomate picados al salmón.
Mezclamos bien y probamos, para comprobar si necesitamos ajustar el punto de sal y darle un toque de pimienta.
Lo emplatamos, yo he utilizado un aro, y listo ¡a disfrutar!