Pocas tartas son una referencia nacional, y me refiero a la tarta Tatin, una tarta francesa hasta la médula, que por su sencillez hace que no falte en casi todos los recetarios de cocina.
La tarta tatín esta formada por una capa gruesa de manzanas caramelizadas cubierta con masa quebrada u hojaldre. Se hornea todo junto y cuando está en su punto la volteamos y queda la fruta en la parte de arriba, es muy jugosa y podemos servirla fría o caliente , sola o con una cucharada de crème fraîche o una bola de helado de vainilla.
Es muy rápida de preparar y de hacer, en total podemos tardar menos de una hora si utilizamos la masa quebrada o el hojaldre ya preparado. Para el molde normalmente se hace en un molde de cristal pyrex para controlar la cocción de la manzana, pero en un molde desmontable con un poco de papel de hornear, nos da la posibilidad de poner más manzana. La receta es la del libro de Julia Child, solo que le añado la canela que me parece le da un sabor irresistible.
INGREDIENTES: Una placa de hojaldre, 600 de manzanas golden, 125 de azúcar, 75 de mantequilla, vainilla y canela en polvo.
ELABORACIÓN: Partimos y pelamos las manzanas, las dejamos en un bol con la vainilla y un poco de canela.
En una sartén o cazo, ponemos el azúcar con la mantequilla y lo ponemos a caramelizar.
Cuando lleva sobre unos cinco minutos, añadimos la manzana y la dejamos cocer 10 minutos.
Precalentamos el horno a 190º.
Mientras preparamos el molde, he utilizado uno desmontable de 20 cm., si le vamos a poner papel de horno, si es pirex no necesita nada.
Vertemos la manzana en el molde, lo cubrimos con el hojaldre, lo recortamos para que quede ajustado al molde y lo pinchamos.
Lo ponemos en el horno unos 30 o 40 minutos, si dora mucho el hojaldre lo cubrimos con papel de aluminio.
La sacamos del horno y se voltea sobre una fuente, la tendremos lista para servir.
Sencilla y deliciosa.