Si os gusta este tipo de comida que, ya os adelanto, es la mejor para llevar en el táper si coméis fuera de casa, las cocottes de hierro colado esmaltado de Simogas son un aliado inestimable. Son válidas para todo tipo de fuegos, incluso para inducción, y permiten una distribución uniforme del calor en cocciones prolongadas. Además, protegen los aromas y sabores de nuestros guisos; la carne saldrá más tierna y sabrosa... Sólo el tiempo y el cariño consiguen estos resultados, siempre que se vean ayudados con materiales de alta calidad, como ocurre con estas cocottes Simogas.
Es por eso que hoy reivindico uno de esos guisos de abuela, de esos que huelen a hogar y saben a familia. Una ternera a la jardinera, cocinada con mucho mimo en mi cocotte. Quiero terminar el año reivindicando la cocina del cariño, porque es así como quiero empezar el próximo. La cocina, para mí, es un acto de amor sin igual. Cocinamos para aquellos que queremos, para aquellos que cuidamos, para aquellos que mimamos hasta el infinito. Por eso, para aquellos que están tan cerca de nuestro corazón, sólo queremos lo mejor, no medimos el tiempo, no medimos el esfuerzo. Sólo medimos el resultado, y para ello, escogemos los mejores ingredientes, las mejores elaboraciones, los mejores materiales. Para los que queremos sin medida, las cocottes siempre nos darán el resultado que buscamos, el mejor.
Ternera a la jardinera {en cocotte}
Ingredientes para 4 personas
750 g de jarrete de ternera.
100 g de cebolla.
2 dientes de ajo.
3 zanahorias.
100 g de guisantes {pueden ser congelados}.
100 ml de vino blanco.
agua o caldo.
75 g de salsa de tomate casera {o tomate triturado}.
romero.
sal.
pimienta negra.
aceite de oliva.
2 o 3 patatas para acompañar.
Preparación:
1. Cortamos la carne en dados pequeños. Salpimentamos. Picamos fina la cebolla y el ajo; la zanahoria la cortaremos en rodajitas.
2. Calentamos un buen chorro de aceite de oliva en nuestra cocotte Simogas. Cuando esté bien caliente, rehogamos la carne a fuego fuerte, para que se dore por la parte exterior. Retiramos a un plato y reservamos.
3. En el mismo aceite, rehogamos la cebolla y el ajo picada fina. Cuando la cebolla esté blandita y transparente, añadimos la zanahoria cortada en rodajas y los guisantes. Dejamos que rehogue todo junto unos 5 minutos más. Entonces, añadimos el tomate y rehogamos un par de minutos.
4. Volvemos a poner la carne que habíamos reservado en la cocotte, con todo el jugo que haya podido soltar. Añadimos el vino y agua {o caldo}, sólo hasta cubrir.
5. Salpimentamos y ponemos un poquito de romero seco.
6. Dejamos que recupere el hervor; cuando esto suceda, bajamos el fuego y tapamos la cocotte, dejando que cueza muy despacito durante aproximadamente 1 hora, hasta que veamos que la carne está muy blandita y tierna.
7. Servimos con unas patatas fritas, por ejemplo.