Este tipo de preparaciones tienen en mi casa una desigual acogida, por un lado a mi marido no le gustan prácticamente nada, da igual que sean de pescado, de verduras o de carne, a mi hijo tampoco es que le entusiasmen, en cambio a mi hija y a mí nos encantan, esta concretamente está deliciosa, tanto en frío como tomada caliente.
El titulo es un poco falso porque no está preparada con lenguado, aquí es bastante difícil de encontrar, está preparada con gallo, pero el resultado también es muy bueno. Es una terrina que va muy bien cuando tienes invitados porque la puedes dejar preparada con antelación, se puede servir a temperatura ambiente con tostadas, con un poquito de mayonesa, o en tibio con una salsa de gambas muy sencilla que os explico también después..
Es una forma de que coman pescado los más reticentes al mismo, ya que evitamos lo que menos gusta del pescado, las espinas.
A pesar de que a parte de la familia no le gusten demasiado estas preparaciones, yo creo que es un plato muy recomendable, muy vistoso y que no es muy complicado de hacer.
Vamos a necesitar:
300 gramos de filetes de lenguado o Gallo
200 gramos de salmón ya limpio
300 gramos de gambón
50 gramos de miga de pan
1 tacita de leche
Perejil
½ diente de ajo pequeño
3 huevos medianos
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal, pimienta
Eneldo
Para la salsa:
½ cebolla
3 cucharadas de aceite de oliva
½ copa de brandy
6 cucharadas de salsa de tomate casera
Las cabezas y las pieles de las gambas
Sal, pimienta.
Para hacer la terrina lo primero que haremos es pelar las gambas, reservamos para la salsa las cabezas y las pieles.
Ponemos la miga de pan a remojar junto con la leche, separamos las yemas de las claras, partimos el perejil junto con el eneldo, ponemos el horno a calentar a 180º C
Trituramos los filetes de lenguado junto con el ajo y el perejil, pasamos a un bol grande y añadimos el pan remojado en la leche y las yemas de huevo, salpimentamos, mezclamos bien todo. Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la mezcla de pescado con movimientos envolventes, teniendo cuidado para que no se baje mucho.
Partimos las gambas por la mitad y las salteamos en una sartén con un poco de aceite caliente, sal y pimienta, reservamos.
Cortamos el salmón sin piel ni espinas en tiras gruesas. Forramos un molde de plumcake con papel de horno (para que el papel no se mueva lo mejor es engrasar primero el molde), ponemos en el fondo una parte del puré de pescado, sobre esa capa pondremos la mitad del salmón en tiras y sobre el salmón la mitad de las gambas salteadas, repetimos la operación otra vez, dejando al final una capa del puré de pescado, es decir 3 capas de puré de pescado y dos de salmón y gambas.
Tapamos con un papel sulfurizado previamente engrasado y cocemos al baño Maria durante 40 minutos, dejamos enfriar completamente antes de poner en la nevera, donde deberá estar al menos unas 4-5 horas antes de desmoldarla, la podemos servir en frio decorada con un poco de eneldo o bien en tibio con salsa de gambas:
Para la salsa de gambas pondremos un poco de aceite en una sartén, partiremos la cebolla en trocitos pequeños y la pocharemos con un poco de sal y pimienta, cuando la cebolla esté lista añadimos las cabezas de las gambas y las pieles, doramos bien, cuando las tengamos bien doradas añadimos el brandy y flambeamos, cuando se acabe la llama pondremos la salsa de tomate, damos unas vueltas y cubrimos con un poco de agua, dejamos cocer unos 10 minutos, trituramos todo y colamos bien, volvemos a poner al fuego a reducir un poco, rectificamos de sal y pimienta, lista para servir.