Pero bueno, yo aún estoy en pañales con ella, aprendiendo y expermientando. El caso es que el otro día vino mi vendendora a hacer la famosa demostración a casa. Me pareció una experiencia genial, la verdad porque estuvo también mi amiga de la infancia, Almu. Fue curioso y divertido pasar una mañana con ella cocinando. El papá de los cachorritos se hizo cargo de los nuestros y del suyo y nosotras de charla y cocinando, con una buena amiga, ¡una mañana estupenda!
Una de las cosas que preparamos fueron unas torrijas. A mí me encantan las torrijas, es un de mis dulces favoritos, pero yo solo los preparo en semana santa. Quizá me gustan tanto por eso, porque no vuelvo a probarlas el resto del año. Bueno, por eso y porque están riquísimas, a qué negarlo.
Pero, hacer torrijas es un auténtico engorro. Que son facilonas, sí. Que ensucian mogollón, también. Se te queda la cocina hecha un asco después de tanto infusionar, remojar y freír. Yo creo que está hecho aposta, para quemar las calorías de un par de torrijas, mientras limpias. Porque esa es otra, ¡menudo bombazo de calorías son las torrijas!
Pues estos dos problemas quedan resueltos con la receta que os traigo hoy: torrijas al vapor. No os vais a creer lo buenísimas que están. No se nota nada de nada que no están fritas, en serio. Y son mil veces más limpias y bastante más ligeras. De dieta no, eh, que nadie se lleve a confusiones, que su azúcar y su pan, ahí están. Pero bueno, nada de aceite y ninguna fritura. Ya nos quitamos un montón.
Os daré la receta como la hice yo después porque le he hecho algunos cambios a la que hizo la demostradora de la thermomix, Mayte, para ajustarla a nuestros gustos. Y también os voy a indicar como podéis hacerla sin thermomix, ya veréis. Receta de torrijas al vapor
1 litro de leche
50 g de azúcar
un palo de canela
la piel de una naranja -sin nada de parte blanca-
2 huevos
una barra de pan para torrijas o pan del día anterior, cortada en rebanadas gruesas.
azúcar y canela para rebozar Necesitaréis, además, papel film o papel de horno y, si tenéis, un soplete de cocina.
Infusionamos la leche con la cáscara de naranja y el palo de canela:
En la thermomix: echamos en la jarra de la thermomix el litro de leche, los 50 g de azúcar y la cáscara de naranja. Programamos 12 minutos, 90ºC, giro a la izquierda, velocidad 1 para infusionar la leche y que se impregne de los aromas de la naranja y la canela.
Cuando finalice, programamos la thermo a velocidad 5 sin tiempo e incorporamos los huevos. La precaución de ponerle tiempo es para que no cuajen. Lo batimos a esta velocidad durante 30 segundos, más o menos.
Sin thermomix: ponemos un cazo al fuego con los mismos ingredientes y lo llevamos a ebullición. Cuando comience a hervir, bajamos el fuego y lo dejamos tomar calor durante 5 minutos. Apartamos y reservamos otros 5 minutos antes de continuar.
Mezclamos los huevos ayudándonos de una batidora para que no cuajen al entrar en contacto con la leche caliente.
Partimos la barra de pan en rebanadas gruesas, como de 2 dedos, y las colocamos en una fuente amplia y honda. Regamos con la mezcla de leche y huevos. Dejamos reposar unos minutos hasta que el pan esté bien empapado.
Dependerá del tipo de pan y de lo seco que esté. Comprobad que haya absorbido bien la leche, que no quede miga seca por el centro, pero que no se nos deshaga.
Cocemos las torrijas al vapor:
Con thermomix:
Forramos la bandeja varoma con papel de hornear y disponemos las rebanadas de pan bien empapadas sobre ella.
Si no os caben en la bandeja, podéis usar también la parte de abajo.
Otra opción es envolver cada torrija en papel film.
Tapamos el varoma con su tapa y programamos 25 minutos, temperatura varoma, velocidad 1.
Sin thermomix: hacedlo igual, pero utilizando un accesorio para cocer al vapor que traen casi todas las baterías de cocina. Cuando el agua comience a hervir y, por tanto, a soltar vapor, contad 20 minutos. ******
Retiramos el recipiente que contiene las torrijas y lo dejamos reposar para que se templen un poco y no quemarnos.
Preparamos un plato con 4 o 5 cucharadas de azúcar y 2 de canela. Lo mezclamos bien y rebozamos cada torrija en esta mezcla. Vamos disponiendo las torrijas sobre una fuente.
Para dorar un poco el azúcar podemos usar un soplete de cocina, como veis en las imágenes que hice yo. Si no tenéis, podéis meterlas al horno con el grill encendido a potencia máxima durante un par de minutos. No más, no vaya a ser que se queden secas.
Os aseguro que el resultado es sorprendente. No vais a notar la diferencia con las torrijas fritas de toda la vida y, como os he dicho antes, vais ahorraros un montón de calorías y la cocina va a estar tan limpia como antes de empezar a prepararlas... salvo que la cachorrita pequeña venga a ayudaros y el azúcar de rebozar las torrijas termine sirviendo de alfombra...
¡Ya no hay excusas para no comerse un par de torrijas esta semana santa!
Otros dulces clásicos de esta época:
leche frita
Semlor, bollos suecos de cuaresma
Mona de pascua croata.