Conocí virtualmente a Mari Cruz hace unos meses a través de la blogosfera, en su blog Guisadoraduncan ella indica: No soy cocinera, no soy chef, soy una guisadora que disfruta en su cocina y con las cosas que pasan en la vida, espero que disfrutéis conmigo.
Entrar en su cocina es disfrutar, no sólo porque sí que es una magnifica cocinera, sino porque nos cuenta lo que pasa en la vida, con una gracia y un arte malagueño que no se “pué aguantá”.
Conocerla personalmente ha sido un placer, tuvo el detalle de llamarme hace unos dias para que la acompañara al programa de Radio Biznaga FM, para hablar sobre la cocina malagueña, acudí sin pensarmelo dos veces, encantada; es una persona encantadora, culta, simpatiquísima, dulce y cariñosa, así que desde ése momento la tengo en mi corazón, junto con el respeto y el cariño que le profesaba a su padre hace más de 30 años y el que le tengo a su hermana, mi querida amiga Paloma.
Guisadoraduncan, Maricruz ha hecho unas riquisimas sopa de ajo y junto con su receta cuenta nuestra odisea de ésta manera:
Quien no tiene cabeza, tiene que tener pies, eso dicen.
?Paco Malavé, o sea, Malaca Olé me invitó amablemente para ir a una tertulia en su programa de Radio Biznaga FM para hablar de cocina malagueña. Y yo, que me apunto a un bombardeo y me meto hasta en los charcos, mi Manuel dixit, organicé mi consulta para tener la tarde del jueves libre, no todo va a ser trabajar a todas horas digo yo.
Avisé a Carmen Rosa, que a malagueña salerosa no le gana nadie y quedamos en vernos allí. También estaría Mariano, del restaurante Mariano que ahora se llama La Fragua de Mariano y está en la Avenida del doctor Gálvez Ginachero, 16. Su cocina es de las que a mí me gustan, bien elaborada y con productos de calidad, teneis que probar sus guisos de chivo malagueño.
La cita era a las cinco de la tarde, vaya hora más torera, y habíamos quedado con Carmen Rosa en la puerta de la emisora en C/ Trinidad. A las cinco menos veinte estábamos allí Manuel y yo que habíamos cogido un taxi porque en el centro no hay quien aparque. ¿Dónde estás Maricruz?. dijo Carmen Rosa por el móvil. Pues aquí ¿y tú? Yo estoy en La Calzada de la Trinidad, como me dijiste.
La culpa es de Google Maps que no sale calle Trinidad en Málaga, será posible, y cuando me lo comentó el día anterior yo le dije que entonces sería en La Calzada de la Trinidad...
Ya estábamos las dos hechas un lío, y Manuel tenía esa mirada de ya-me-imaginaba-yo-algo-así.
No te muevas, que vamos para allá, dije yo en un arranque de los míos. Y allí que empezamos a andar estilo cabra de la Legión porque teníamos el tiempo justito. Atacamos la calle, que es larga y parece que no, pero cuesta arriba, que al ratito echas de menos las botas de campo y el palo ese para ir por los montes. Carmen Rosa llamó otra vez confirmado, Maricruz, aquí NO es. Estábamos ya a la altura de la Casa Hermandad de El Cautivo, muy bonita. ¿A que va a ser ahí abajo, donde estábamos al principio? Pues nada, media vuelta y a rodar cuesta abajo. A Manuel se le puso cara de yo-no-digo-nada-que-va-a-ser-peor y yo me consolé pensando que en las minas están peor. Por el camino perdí un fulard que llevaba y no he vuelto a ver, que me gustaba mucho y los vecinos nos vieron desfilar a paso ligero con mucho interés aunque ni aplaudieron ni nada, debe ser porque
nos faltaba la banda de música.
Total, que llegamos como centellas dos minutos antes de las cinco ¡qué calor más grande! Manuel dijo que se iba a dar una vuelta por el barrio, mientras buscaba un kleenex en el bolsillo, no sé si para el sudor o las lágrimas de desesperación, no estoy segura yo. Nosotras subimos procurando mantener la compostura que no era plan de aparecer acaloradas como si nos persiguieran mil demonios.
Si hubiera tenido la precaución de llevar el nº de teléfono de Malaca Olé, nos habríamos ahorrado la carrera urbana por La Trinidad, si es que quien no tiene cabeza...
La emisión duró dos horas, estuvimos muy a gusto y hablamos de la cocina malagueña, que a eso habíamos ido.
Como fue una tarde un poco loca de dos malagueñas hablando de cocina, con ésta receta, unas tortas locas tan tipicas de nuestra tierra, quiero homenajear en “Mi cocina” a Mari Cruz, a su blog, a todos los componentes de Radio Biznaga FM y a Mariano por una tarde encantadora y una bonita experiencia radiofónica.
Un dulce muy tipico de las pastelerías de Málaga, que curiosamente cuando lo pedimos decimos: “Deme una loca”........
Así que éstas Tortas locas, para unas “locas” por la cocina malagueña: Mari Cruz (Guisadoraduncan); por favor, no dejen de visitar su blog, http://guisadoraduncan.blogspot.com/, disfrutarán tanto como yo de sus buenas recetas y de sus historias y Carmen Rosa (quien cocina en éste blog).
Mi humilde homenaje para una bellisima persona, Mari Cruz y su blog de cocina: http://guisadoraduncan.blospot.com, otro blog muy, pero que muy malagueño.
¿Como hacerlas?
Precalentar el horno a 220º C.
Cortar el hojaldre (uso ya preparado que se encuentra en cualquier gran superficie) de forma redonda con un molde (puede servir un vaso) y hornear aplástándolo para que no suba (poner los discos entre papel de hornear y colocar algo que pese encima), hasta que esté dorado, con cuidado de que no se queme.
Sacar del horno y reservarlas
Mientras preparar el relleno:
Poner a hervir en un cazo un vaso de leche, diluyendo previamente tres yemas de huevo, junto con la cáscara de un limón y 120 gramos de azúcar.
Añadir 30 gramos de mantequilla y una vez derretida, agregar 50 gramos de maizena disuelta previamente en un poquito de leche fria.
Remover hasta que espese un poco, retirar el limón y reservar.
Preparar la cobertura:
En una cacerolita poner a hervir un vaso de agua con 150 gramos de azúcar y unas gotas de vainilla.
Mientras batir en un cuenco, tres huevos con cien gramos de azúcar y 40 gramos de maizena y una cucharadita pequeña de colorante alimentario (azafrán puse yo).
Cuando el almibar hierva, incorporar la mezcla de huevos con azucar y maizena poco a poco, removiendo continuamente, bajando el fuego hasta que se espese.
Retirar del fuego y reservar.
Prepara el glaseado:
En otra cacerolita hervir medio vaso de agua con un vaso de azúcar, remover y dejar templar.
Retirar del fuego y reserva r.
Para montar las tortas locas:
En uno de los discos de hojaldre extender el relleno, colocar encima otro disco de hojaldre y extender la cobertura.
Colocar media guinda y echar por encima el glaseado.
Mari Cruz, es aparte de buena cocinera, buena escritora....por lo que me la imagino en su despacho, en su consulta y que quizás en su mesa tenga un rinconcito como éste.
La foto es de un cuadro pintado por mi suegro, lo tengo colgado muy cerquita de “Mi cocina”